Deseo presentar mi crítica al escrito en Gran Guayaquil del pasado 29 de julio bajo el título “Francisco de Orellana, aventurero que dejó huella en historia porteña” , tendencioso en sus afirmaciones..., desinformado en el asunto, precipitando un error que afecta a los lectores del Diario al hacer de Orellana un segundón.

Trata despectivamente a Orellana restándole méritos y erosionando la verdadera historia del personaje. No se trata de un “aventurero”, “ambicioso”, “exterminador de indios”, ya que fue parte de los mejores soldados del mundo, para la época, que tomaban su rango oficial para la misión de descubrimientos en América. Es un despropósito calificar que ocupa “un lugar secundario”, todo lo contrario, es uno de los más importantes conquistadores que triunfa en la conquista del imperio de los incas. Disminuir a Orellana y señalar un aspecto diferencial es claramente un parecer completamente erróneo y torcido frente a los investigadores y expertos historiadores y expertos historiadores en el tema... Otro perfil de Orellana por el que es más destacado es por ser también el descubridor del Amazonas, lo que lo sitúa mundialmente en el primer puesto por su ilustre personalidad... La importancia de Orellana al fundar Guayaquil en su actual posición, es trascendental, en comparación y en manejar el concepto puramente especulativo y reciente de que la ciudad fallida sea trasladada desde un punto remoto a través de la cordillera; para entonces Orellana tenía rango de gobernador compartiendo poder con su paisano Pizarro.

Roberto Vergara Noboa, doctor, Guayaquil

Nota de la Redacción:
Sobre Francisco de Orellana hay diversas opiniones, unas en contra y otras a favor, para unos escritores e historiadores fue solo un aventurero, ambicioso y exterminador..., en cambio, para otros es el caballero del Amazonas o un héroe..., como lo dice Leopoldo Benites en su novela Argonautas de la selva, fuentes que se citan en el artículo publicado por nuestro Diario.