El Síndrome Depresivo es un conjunto de síntomas que afecta la conducta de un individuo, es un trastorno del ánimo que desencadena tristeza, ansiedad, irritabilidad, decaimiento, palpitaciones, angustia, bajo rendimiento en sus labores, desmotivación, que puede llegar a extremos de presentar pérdida de interés por la vida. Son múltiples los factores causales que pueden presentarse desde temprana edad, permaneciendo a lo largo de la vida del ser humano. Impactos emocionales como, malas noticias familiares, accidentes, tragedias, acosos, estrés, traumas, experiencias negativas psicosociales y económicas, consumo de sustancias tóxicas e ilícitas u otras causas especiales, tienen consecuencias negativas en el comportamiento de cada persona afectando también su entorno social y familiar. Existen trastornos depresivos acompañados de manías que actualmente son catalogados como ‘bipolar’ con fuertes componentes bioquímicos y genéticos, el BP tipo I con elevada crisis maniaca y el BP tipo II con crisis depresivas que cursa con disminución de concentración o interés de sus actividades en la mayor parte del día.

En su inicio fue conocida como melancolía por Hipócrates, explicaba no solo el comportamiento sino la propia salud y enfermedad mediante el equilibrio de estos cuatro humores en el cuerpo, la sangre, la flema, la bilis negra y la bilis amarilla. El exceso de sangre provocaba comportamientos hiperactivos maniacos y el exceso de bilis negra manifestaba sentimientos de tristeza y apatía. La llamaba crisis a la expulsión de los humores mediante procesos fisiológicos como el sudor, los vómitos, la expectoración, la orina, o las heces. Fue hasta que en 1725 el británico Sir Richard Blackmores lo denomina con el término actual de depresión. En el siglo XIX apareció la Psiquiatría, el francés Philippe Pinel acusaba a la depresión como deficiencia de trastornos anímicos. Actualmente la biopsiquiatría explica que determinados neurotransmisores influyen en los trastornos mentales incluyendo la depresión. Según la Organización Mundial de la Salud más de 350 millones de personas en el mundo han presentado estados de depresión sean estas de origen neuroanatómico, hormonal o psicológico. Gente famosa como Kust Cobain, Marilyn Monroe, Jim Carrey, Michael Jackson, Vicent van Gogh, Owen Wilson, Brittany Murphy, Diana Spencer, Heath Ledger, Wilson Churchill, Abraham Lincoln han sido víctimas de este Síndrome Depresivo, algunos hallaron la muerte a consecuencia de fármacos y sustancias psicotrópicas o ansiolíticas afectando últimamente a un artista comediante muy querido de origen estadounidense Robin Williams. En nuestro país se está observando el Síndrome Depresivo en personas cuyas edades oscilan entre los 45 a 65 años, una de las causas son las renuncias obligatorias por parte del Estado, con dificultades por encontrar trabajo debido a que pasaron el mínimo de edad, a pesar de que sus condiciones físicas y mentales son productivas como adultos jóvenes, quienes presentan estados anímicos de tristeza, soledad, negativismos, irritabilidad, frustración, deterioro de su calidad de vida que conmueven a su familia y entorno social más cercano. El Gobierno debe crear espacios con modalidad de asesoría o consultoría en las entidades públicas y privadas como ocurre en los países desarrollados, donde explotan el saber a través del conocimiento y experiencia para mejora de las actividades educativas, productivas y de desarrollo.