Prever cómo se moverá una moneda fuerte frente a otras es más difícil que acertar cara o sello, dijo un reciente residente del Banco Central de Estados Unidos (FED).

Lo más difícil es atinar con los plazos. Hemos venido sosteniendo que lo probable es que el dólar se fortalezca, debido a que de las economías con monedas de reserva, Estados Unidos sería la primera en dejar la crisis. Los datos de los últimos meses apuntan a que tenemos razón, pero recién un par de años después de lo que esperábamos. Tampoco es seguro que esta tendencia se mantenga.

En Europa, parece que el incipiente florecimiento de los meses anteriores se marchita prematuramente. Incluso la economía alemana se debilita, ya que la Unión Europea es su principal mercado y está estancado. El gobierno japonés busca más proactivamente que sus antecesores hacer arrancar la economía, lo que aún no logra.

En cambio, el FED está en proceso de reducir el estímulo a la economía, y el crecimiento sigue ganando cuerpo sin inflación.

Para el Ecuador es de importe pero no vital lo que pasa entre el euro y el dólar. Nuestros principales competidores en Europa son países cuyas monedas siguen de cerca al dólar, por lo que la pérdida de competitividad en Europa como consecuencia de un dólar fuerte es manejable.

Lo crucial para el Ecuador es la cotización de las monedas latinoamericanas frente al dólar. En los últimos años, las más competitivas de las economías latinoamericanas recibieron un gran influjo de capitales, y sus monedas se revalorizaron.

Este año, en que el dólar se fortalece en los mercados internacionales, ha mantenido su relación con las monedas latinoamericanas, una vez ajustado el tipo de cambio a la inflación (en realidad lo que medimos son los precios en dólares entre los países).

Comparados a los precios en dólares de hace doce meses, los precios nacionales han subido 2% frente a los de Estados Unidos puesto que nuestra inflación es 4% y la de Estados Unidos 2%. Los precios de Brasil han subido más en dólares, los de Colombia y Perú más o menos lo mismo que los ecuatorianos, y solo Chile, entre nuestros vecinos y competidores, se ha abaratado en dólares. No consideramos Venezuela y Argentina, por tener tipo de cambio controlado.

El peligro para el Ecuador es que los capitales comiencen a salir de los países aludidos y se dirijan a Estados Unidos, en parte porque el FED va a ir secando la liquidez allá, subirá la tasa de interés, y el rendimiento en bonos será más atractivo.

Con eso caerían las monedas latinoamericanas, sus productos se abaratarían en dólares. A esos países, sobre todo Colombia y Perú, vendemos productos manufacturados en los que no somos competitivos en el mercado mundial. Por lo que caerían nuestras ventas, mientras que los bienes de esos países, que entran al mercado nacional sin arancel, competirían con los bienes de producción nacional.

¿Cuándo se daría esto? No hay cómo saberlo. Pero en estos 15 años de dolarización hemos gozado de un dólar débil. No va a durar para siempre.