El desarrollo de la tecnología es una importante ayuda al crecimiento de los pueblos, pero cuando es mal utilizado se convierte en un elemento que puede ser altamente destructivo, las famosas redes sociales donde los usuarios pasan conectados la mayor parte del día, no importa sitio, lugar o actividad que desarrollen.

Causa malestar ver que se ha perdido la comunicación verbal entre las personas, y el núcleo familiar se ve desintegrado. Es hasta grotesco ver en la casa o reuniones sociales a las personas con sus celulares chateando con otros, sin importar quiénes están a su alrededor. Se ha perdido la privacidad, todo comentan o fotografían como un gran acto “de importancia”, hasta lo que van a ingerir; como si eso los hiciera importantes. Comparten pornografías, chismes y tanta basura cibersocial. No ponen límites, se ha creado una adicción social y va en desmedro de las buenas costumbres. Respétense a sí mismos, respeten la privacidad y la tranquilidad de las personas.

Juan Mite Cáceres, médico cirujano, Guayaquil