Hace unas cuantas décadas en Guayaquil se podía contar con algunos servicios higiénicos municipales para la ciudadanía, que incluso disponían de duchas para bañarse; de allí la costumbre de denominar baños a los servicios higiénicos que no solo eran urinarios sino baños públicos.

Basta mencionar unos cuantos “baños” que estaban en las calles Ayacucho y Cacique Álvarez, en la esquina del estadio Yeyo Úraga y otro frente al Mercado Central en la calle Lorenzo de Garaycoa, que incluso era dormitorio popular para cualquier menesteroso. Otro servicio municipal que solo lo pueden recordar los abuelos de ahora, eran los comedores municipales, excelentes con buenos y baratos almuerzos. También la famosa planta municipal de leche en la calle Chile diagonal a la Casona Universitaria; el expendio de ese alimento en botellas de vidrio de un litro, también era barato y popular.

Fernando Coello Navarro, abogado, Guayaquil