Desde que se hicieron reformas a la Ley de Seguridad Pública se les dio a las Fuerzas Armadas un nuevo rol: apoyar en temas de seguridad interna a la Policía.

Sobre esto hay un antiguo debate, puesto que no es la responsabilidad que la Constitución les señala: quienes se oponen argumentan que no tienen preparación doctrinaria, ni técnica para eso, puesto que su rol es la defensa de la soberanía y la integridad territorial; pero quienes apoyan el cambio argumentan que en el mundo de hoy hay que renovar la visión de lo que eso significa, porque hay nuevos enemigos, por ejemplo, el narcotráfico o la trata de personas.

Ayer, una noticia dio a conocer que las Fuerzas Armadas se incorporan a los operativos en contra del microtráfico en los establecimientos educativos. Parece desmesurado e inadecuado. Esta lucha requiere personal especializado porque se trata de adolescentes involucrados en el consumo y por esa vía en el microtráfico; además, terminar con esa lacra es trabajo de un equipo en el que no todos deben ser de fuerza represiva.