Por el respeto que tanto usted como el Ministerio que dirige se merecen, me permito algunas acotaciones a la ‘Réplica’ a ‘Primero lo primero’, de mi autoría, publicada ayer en este Diario de alcance nacional. Seré breve.

1. El estilo de quien escribe la réplica no se ubica adecuadamente dentro de un Ministerio que cuida de ‘la educación’. Lo cortés no quita lo valiente. Los boletines de prensa, en ocasiones, adolecen de fondo y forma.

2. Soy fundador de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo y fui su vicerrector general durante veinte años; hace cinco semanas dejé de serlo, aspecto que conocen las autoridades de educación superior. Menciono esto porque en la notificación que me llega se hace constar junto a mi nombre el cargo desempeñado en la UEES. Mis artículos nunca fueron institucionales, sino personales, es decir, la opinión de un ciudadano común que hace uso del derecho de expresión desde hace 44 años, en diversos medios nacionales y extranjeros.

3. ‘Espinosa dice… o Correa opina’ suena muy mal, al igual que Samaniego dice. ‘El ministro Espinosa o el presidente Correa’ suena mejor, al igual que el profesor Samaniego; he servido a la educación nacional durante 58 años.

4. Aprendo, Ser y Ser Estudiante, desde 1996 hasta la fecha, han realizado evaluaciones con la finalidad de detectar falencias del sistema educativo y de encontrar posibles y factibles soluciones. Diversas circunstancias conspiraron para que los deseos no se convirtieran en realidades. En mi artículo, ahora cuestionado, mencioné que del 2007 al 2014 no había mejorado, entendía decir sustantivamente, la educación. Una muestra: los resultados del Ineval 2013 no son reconfortantes. Además, comparar los resultados globales del Ineval 2013 e Ineval 2014 (solo Sierra y Amazonía) no es un procedimiento idóneo para desvirtuar mi afirmación respecto de los siete años de trabajo en educación del actual gobierno (Cfr. EL UNIVERSO, 20-VII-2014, págs. 12 y 13).

5. Será muy útil, señor ministro, que el Ecuador conozca en qué y cómo fueron capacitados, en el último septenio, algo más de 200.000 maestros que trabajan en el Ministerio a su cargo; además, si dicha capacitación produjo los resultados previstos y si estos ayudaron o no al mejoramiento de la educación. Los maestros son el motor de todo proceso educativo.

6. No me mueven simpatías ni antipatías cuando escribo. Me interesa el país. Busco la verdad y motivo a mis lectores para que hagan lo mismo. Me halaga saber que en el Ministerio de Educación se lean comentarios como el mío. Sin perder el respeto podemos y, en algunos casos, debemos discrepar. Nunca pretendí que la verdad necesariamente esté de mi lado; la busco siempre porque conozco que no es propiedad de nadie, nos pertenece a todos.

7. Los próximos miércoles, Dios mediante, escribiré también temas relacionados con la educación, porque es un deber de conciencia y porque numerosos maestros en Ecuador leen esta columna. “La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser” (Hesíodo).

Un buen día, señor ministro de Educación.