En ciertas circunstancias la justicia puede convertirse en un concepto elusivo, su trayectoria está pernada de aciertos y reveses y, por tanto, a pesar de que es el único instrumento que sirve para regular actos, acciones y comportamientos de los seres humanos, no aglutine una total veracidad, cuando es tiempo de ponerla en práctica.

La justicia debe ser justicia siempre y en todo momento. Los antecedentes deben ser un termómetro para sancionar a todos, no solo a minúsculos grupos. Debemos ponerla en práctica para todos y con todos. La justicia bien aplicada fortalece el crecimiento de una sociedad.

Wilson Moncayo Agurto, abogado, magíster, avenida Samborondón