Gabriel García Márquez, figura fundamental de los siglos XX y XXI de Iberoamérica y uno de los grandes de la literatura universal, ha muerto.

Su recorrido por el mundo de las letras se inició en el periodismo, escribía crónicas, reportajes, editoriales. Kapuscinski, otro maestro del mundo de la prensa lo consideraba un clásico del reportaje y decía que “demostró que un gran reportaje es también gran literatura”.

Vendió 40 millones de libros y sus obras fueron traducidas a 36 idiomas. Creó una nueva forma de narrar y de ver y construir un mundo. Lo hizo al crear Macondo, desde la razón sí, pero también desde la fantasía, los mitos, los sueños y los anhelos, una realidad diferente, que se denominó realismo mágico. La obra que lo consagró es Cien años de soledad, que al contar la historia de Macondo, va presentando la exuberante realidad de América Latina.

Pero, el periodismo fue siempre su vocación, creía en él, lo llamó “el mejor oficio del mundo” y para capacitar a quienes lo ejercen creó la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, por la que han pasado cientos de periodistas. Fue su manera de volver al principio.

Rendimos homenaje a uno de los más grandes en nuestro oficio.