A medida que pasan los años nos encontramos con la triste realidad de que viajar en avión cada vez es más inseguro, más caro y muchas veces tenemos que lidiar con malos tratos de las personas que “nos sirven”.

¿Qué pasa si perdimos un vuelo por alguna emergencia?, por irnos al caso más extremo, hay multa por 150, 200 dólares, por la diferencia de tarifa que nos toque; si se compró en promoción el pasaje la diferencia de tarifa cuesta casi como un pasaje nuevo. Por supuesto, se debe esperar a que haya cupo y prepagarlo si no te subes; en estos casos no hay excusas que sirvan.

Nos hemos convertido en esclavos de malas decisiones y malos servicios de ciertas aerolíneas. Cuántas veces un vuelo se atrasa primero 20 minutos, luego una hora, 5 horas y hasta días. O como pasó en mi caso que el avión dando la vuelta para despegar se regresó y nos bajaron porque tenía fallas mecánicas; perdí mi conexión, me tuve que quedar un día más y nos dieron un servicio de hotel (máximo de tres estrellas), una cena en el hotel por 10 dólares para dos personas, y un desayuno al siguiente día para la misma cantidad de personas, por 12 dólares.

Siempre que me subo a un avión pienso qué pasaría si alguna persona sufre un infarto, una apendicitis u otra crisis que pudiera causar muerte. Con todo lo que nos cobran las aerolíneas, los aviones deberían tener un cuarto de emergencias y médicos en cada vuelo. Merecemos estar seguros. Nuestras vidas dependen del capitán, sus acompañantes y de las máquinas que a veces el estado no es óptimo.

No hay que dejar de mencionar el trato despectivo muchas veces de las personas que sirven en las aeronaves.

Juan Alfredo Zurita Luna, ingeniero comercial, Guayaquil