Resulta apartado de toda lógica y un verdadero absurdo descomunal el que se pretenda responsabilizar a los propietarios de bienes inmuebles del destino y uso que los arrendatarios le den al bien alquilado.

Cierto es que los propietarios piden referencias, investigan y verifican la identidad de sus arrendatarios, pero no menos cierto es que pueden ser engañados y alquilen su propiedad de buena fe, dándoles sus arrendatarios un uso distinto y otro objetivo al bien alquilado. Sería como responsabilizar al presidente Correa de la falsificación del título profesional de su primo Delgado. ¿No les parece?

Juan Carlos Guzmán Carmigniani, Licenciado, Guayaquil