En el momento de escribir estas letras aún existen focos de baja intensidad del incendio que ha afectado los cerros de Valparaíso. Aunque están luchando por apagar totalmente el fuego más de dos mil efectivos conjuntos de las Fuerzas Armadas y los carabineros, apoyados desde once helicópteros y seis aviones, aún no se lo logra. La característica geográfica de la ciudad y los fuertes vientos lo impiden.

El incendio ha afectado más a los barrios pobres, de gente que se instaló allí, a veces sin permiso y construyó sus viviendas con madera y lata.

Las llamas afectan a ochocientos cincuenta hectáreas y aproximadamente dos mil casas, han dejado ocho mil damnificados, y hasta ahora se han encontrado doce muertos.

Esta tragedia plantea un nuevo reto a la presidenta Bachelet, que deberá reordenar sus prioridades para atender a los damnificados del reciente terremoto en el norte del país y a quienes lo han perdido todo en Valparaíso. Ella había anunciado el pronto inicio de reformas estructurales que considera necesarias.

Nuestra solidaridad con los hermanos chilenos.