Guillermo Lasso delinea lo que serán sus cuatro años de mandato en los primeros 173 decretos ejecutivos

En los cien primeros días de mandato y a través de 173 decretos ejecutivos, el presidente Guillermo Lasso ha definido lo que serán las líneas de su gestión frente al Gobierno en los siguientes tres años y nueve meses.

Si bien la prioridad ha sido la vacunación contra el COVID-19 con la meta de nueve millones de inmunizados en los primeros cien días, Lasso también ha mencionado que esto se enmarca en otro de los objetivos principales de su gobierno: la reactivación económica, después de la crisis que ya se atravesó en el régimen de Lenín Moreno y que se acentuó con la pandemia.

En lo económico, también ha puesto énfasis en el sector hidrocarburífero y minero, expidiendo dos planes de acción para el aprovechamiento de esos recursos; y ha declarado política pública prioritaria la promoción y facilitación de la contratación laboral formal en el sector privado.

Un día antes de su posesión también anunció procesos de concesión de tres refinerías, las carreteras, la telefónica estatal Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y otros recursos como los minerales. Además, la venta internacional del Banco del Pacífico.

Y entre las prioridades de su gobierno ha definido varios aspectos sociales: la erradicación de la desnutrición infantil, la situación precaria de los hospitales, los cambios en educación y en educación superior, y otras.

Gobierno inicia reestructuración institucional con diez entidades públicas

Con la creación de consejerías, la mayoría ad honorem, también ha marcado otras prioridades: inversiones y alianzas público-privadas, protección del sector bananero, integración regional y relaciones multilaterales de la Comunidad Andina, políticas públicas de lucha contra la desnutrición infantil y políticas públicas de vacunación.

Aunque la relación con varias organizaciones sociales sigue pendiente de definición y no existe una mayoría legislativa consolidada a favor del Gobierno, hasta ahora, el manejo político del régimen ha detenido la agudización de la inconformidad social de sectores que tienen demandas específicas como el precio de los combustibles, el precio de la caja del banano, y otros.

De acuerdo con una encuesta publicada en agosto por Click Report, el 76,71 % de la población califica la gestión de Lasso como buena y el 23,29 % como mala. En cuanto a la confianza institucional, Lasso se sitúa en el tercer lugar, después de la Iglesia católica y las Fuerzas Armadas (FF. AA.), con el 68,82 % que confía mucho, el 18.16 % neutral y el 13,03 % que no confía.

Además, las cuatro principales acciones que la población considera que debe implementar el Gobierno son: generar estabilidad económica (26,97 %), apoyar a la empresa privada para generar nuevas fuentes de trabajo (17,89 %), combatir la inseguridad y la delincuencia (15,66 %) y luchar contra la corrupción (12,11 %).

Guillermo Lasso: 9 millones de personas ya tienen su primera dosis contra el COVID-19

Mauricio Alarcón-Salvador, director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD), coincide en que Lasso se ha enfocado en la vacunación, pero ha dejado de lado, “so pretexto de acumular capital político”, algunos temas que iba a activar casi de inmediato: reforma política, reforma tributaria y económica, reforma laboral, que siguen pendientes.

“Una de las grandes deudas del gobierno de Lasso es el fortalecimiento de la gobernabilidad, porque por entregarle el Ministerio de Gobierno, quizá por un asunto de lealtad a alguien que en definitiva nunca logró asumirlo, terminó perdiendo valioso tiempo en el fortalecimiento de la relación con los gobiernos locales, con la Asamblea Nacional, con las organizaciones políticas e incluso con otros actores relevantes”, expresó.

Pablo Ruiz, analista político y catedrático de la Universidad Internacional del Ecuador, señala que “la luna de miel”, generada sobre los ofrecimientos en el discurso del presidente, empieza a terminarse, que la gente “ya no vive de salud”, pues antes de que se inicie el mandato Lasso, la población ya no veía la salud como una prioridad, sino a la economía, y que, en economía, el mandatario “queda debiendo mucho todavía” porque no se ven acciones tangibles.

“El presidente tiene ese gran problema, la agenda política está marcada literal y únicamente por salud, y que no ha respondido a las demás promesas de campaña de educación y economía, que los actores van a comenzar a movilizarse porque ya se acabó el efecto placebo de salud”, señaló Ruiz.

Guillermo Lasso anuncia concesión de refinerías, carreteras, telefónica y venta del banco estatal

Homero Castanier, viceministro de Gobernabilidad, califica a los primeros cien días como positivos y considera que el presidente ha demostrado “capacidad y cumplimiento de su palabra”.

Para sustentarlo, expone siete temas: prioridad uno la vacunación y salud (se cumplió la meta de 9 millones de ecuatorianos vacunados en los cien primeros días), diálogo y apertura a todos los sectores, toma de decisiones claves para lograr eficiencia en sectores estratégicos como el petrolero, eliminación de casi 700 partidas arancelarias a productos importados.

Además, lucha contra la corrupción con la firma de un Código de Ética gubernamental; en seguridad: incautación histórica de droga, instalación de radares e intervención carcelaria; y relaciones internacionales de apertura a nuevos acuerdos comerciales, mercados internacionales y atracción de inversión al país. (I)

¿Por qué se evalúan los primeros cien días de los gobernantes?

La costumbre de evaluar los 100 primeros días de un Gobierno tiene dos raíces históricas, cuenta la politóloga guayaquileña Arianna Tanca.

La primera se refiere al periodo del 20 de marzo de 1815 al 8 de julio de 1815, y que se conoce como la Campaña de Waterloo, en la que el francés Napoleón Bonaparte fue derrotado. Y la segunda, al mandato de Franklin Delano Roosevelt, en la época de la Gran Depresión en Estados Unidos en los años treinta, cuando implementó una serie de medidas de reactivación económica urgentes conocidas como el New Deal.

Tanca señala que usualmente los mandatarios han hecho promesas en el marco de esos cien días. “Este plazo sirve para referirse a cambios inmediatos y profundos que generan impacto”, dice. (I)

Primeras acciones

Cambios institucionales

El Gobierno hizo diez modificaciones institucionales, entre las que están la vigencia de la Secretaría de la Administración Pública, la devolución de la categoría de “nacional” a la Secretaría de Planificación y la creación de la Secretaría de Gestión y Desarrollo de Pueblos y Nacionalidades.

Embajadores

El presidente Guillermo Lasso ha nombrado dieciséis embajadores hasta el momento, unos corresponden a la cuota política y otros son de carrera. Este número incluye la ratificación de Ivonne Baki como embajadora de Estados Unidos (EE. UU.) y el nombramiento de embajador itinerante para temas estratégicos de Juan Carlos Holguín.

Código de Ética

Con el Decreto Ejecutivo 4, el presidente Guillermo Lasso estableció las normas de comportamiento ético gubernamental a las que se someterán los servidores públicos de la Función Ejecutiva en el cumplimiento de sus deberes y ejercicio de sus competencias, sin perjuicio de las responsabilidades dispuestas por ley.

Proyectos de ley

El Gobierno ha enviado dos proyectos de ley a la Asamblea Nacional hasta el momento: el proyecto de Ley Orgánica de Libertad de Expresión y Comunicación y las reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior. Están pendientes las reformas tributaria y laboral, que fueron parte de sus promesas de campaña.

Cambios de gabinete

En estos cien días, el presidente Guillermo Lasso ha realizado solo un cambio en el gabinete ministerial con la posesión de Alexandra Vela como ministra de Gobierno, luego de la salida del ahora fallecido César Monge, quien fue su mano derecha y fundador del movimiento CREO.