El paso de Diego Ordóñez por el Gobierno de Guillermo Lasso dejó una estela de críticas entorno a su gestión de ocho meses al mando de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública y del Estado, en momentos en que Ecuador atraviesa la peor crisis de seguridad, con un promedio de 16 asesinatos por día hasta marzo de 2023, según cifras de la Policía, sin contar los casos de extorsiones (vacunas), secuestros y hasta atentados con explosivos, a causa de las actividades ilícitas del crimen organizado.

Ordóñez, quiteño y abogado de profesión, se ha caracterizado por ser un personaje con un estilo polémico y confrontador. Ha estado presente en la esfera política del país desde más de 20 años. En el pasado fue secretario de la Asamblea Constituyente de 1997 y diputado por la Unión Demócrata Cristiana.

La estrecha relación de confianza que por años ha mantenido con Guillermo Lasso lo convirtió en una figura preponderante en el Ejecutivo.

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Casi ningún “Lassoboy” queda en el gobierno de Guillermo Lasso

Ingresó a Carondelet como consejo presidencial en temas de gobierno y política, después de renunciar a su curul en la Asamblea Nacional el 4 de febrero de 2022. Fue legislador por el movimiento oficialista Creando Oportunidades (Creo) desde mayo de 2021. En el Parlamento protagonizó una controversia cuando profirió una diatriba contra la asambleísta Mónica Palacios (UNES), a través de redes sociales, por lo cual fue sancionado económicamente por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE). Se disculpó más adelante.

Ejerció como consejero de Guillermo Lasso durante seis meses y el 2 de agosto de 2022 el presidente puso a Ordoñez a cargo de la recién creada Secretaría Nacional de Seguridad Pública y del Estado, con rango de ministro, mediante del Decreto Ejecutivo 514. Su oficina en Carondelet estaba cerca al despacho del jefe de Estado.

Entre las atribuciones que recayeron sobre Diego Ordóñez, según el decreto, fueron elaborar políticas de seguridad pública y del Estado, preparar el Plan Nacional de Seguridad Integral, ejercer una coordinación efectiva con el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) -entidad dirigida por Fausto Cobo-, entre otros aspectos.

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Entregar el Plan Nacional de Seguridad es la prioridad de la nueva secretaría del ramo creada por el presidente Guillermo Lasso

Desde su designación fue blanco de cuestionamientos desde distintos sectores sobre su aparente falta de capacidad, formación y experiencia para manejar la seguridad del país. Aunque las críticas fueron constantes, el presidente Guillermo Lasso siempre le manifestó su respaldo.

El 8 de septiembre -un mes después de ser nombrado al mando de la Secretaría de Seguridad- en una entrevista con EL UNIVERSO Ordóñez replicó a sus detractores.

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“Esto no es una secretaría técnica, esto es una secretaría estratégica. La seguridad tiene muchísimas dimensiones: una política, una sociológica, una de prevención, de control y de represión (...). La parte técnica, puramente técnica, la conocen los técnicos. Lo que yo tengo que saber es cómo funciona esa técnica; ver, además, la posibilidad de una incorporación de una solución tecnológica, coordinar y empujar lo estratégico (...). Lo primero y fundamental es cuál es la definición política que un gobierno toma respecto a la seguridad y cómo quiere que su estructura de seguridad funcione. Para eso es fundamental tener las capacidades para entender ese fenómeno de la dimensión política”, respondió aquel momento.

QUITO (08-09-2022).- Diego Ordóñez, secretario de Seguridad Pública y del Estado, durante una entrevista con El Unvierso, en su despacho, en el Palacio de Carondelet. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

La incorporación de Ordoñez a la Secretaría de cierta manera no sorprendió, porque una de las características notorias de la administración de Guillermo Lasso es que ha preferido ubicar en posiciones influyentes a personas que han formado parte del entorno que históricamente lo ha acompañado, aunque no cuenten con la experticia necesaria, analizó Juan Manuel Fuertes, exsecretario de Gobernabilidad del actual régimen y también exmilitante demócratacristiano.

A criterio de Fuertes, la designación como titular de la entidad “fue una improvisación” que surgió tras la supresión de las consejerías ad honorem. El exsecretario de Gobernabilidad mencionó que en la práctica, ante la inexperiencia de Ordóñez y su rol político, quien realmente ha manejado la Secretaría de Seguridad es el general en servicio pasivo Hugo Guerrón y que sus errores indirectamente “fueron endosados para que responda Diego Ordóñez por su condición de secretario”.

De ahí que Fuertes advirtió dos errores en la gestión a través de la Secretaría. Lo primero es la falta de una estructuración orgánico administrativa óptima de la entidad. Y el segundo aspecto es “la sobre carga de una visión militar”, reduciendo el protagonismo de la Policía Nacional.

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Otro escollo fue que el secretario de Seguridad manejó una línea comunicacional apegada a lo político, con su tono característico, marginando su rol de vocero de los temas de seguridad. “No es solo problema de fata de experiencia (en el área de seguridad), sino del rol que efectivamente ha designado el presidente de la República, porque es evidente que lo continuó manteniendo como parte de la consejería política”, opinó Fuertes; no obstante, reconoció que la ola de violencia que vive el país no tiene precedentes y enfrentarse a ella no traerá resultados inmediatos.

El 12 de abril de 2023, tras ocho meses en funciones, Ordoñez presentó oficialmente su renuncia en una carta dirigida al primer mandatario, en la que expresó su “amistad y afecto” al presidente, dejando ver que la relación con Lasso, al parecer, no se ha visto trastocada.

Dimitió luego de la masacre ocurrida un día antes en el puerto pesquero de Esmeraldas, donde nueve personas fueron asesinadas a manos de unos 30 sujetos armados.

Al menos nueve muertos causa ataque armado en el puerto pesquero artesanal de Esmeraldas

En su carta de despedida que dejó el exfuncionario destacó que “el país vive un fenómeno inédito de violencia criminal de delincuencia organizada y recrudecimiento del delito común”. Recalcó que el gobierno “se encuentra asediado por intereses mafiosos”. E indicó que encarar la inseguridad “lleva tiempo y convicción, luego de 14 años de complicidad en un caso e indiferencia en otro”, escribió sin mencionar a los expresidentes Rafael Correa y Lenín Moreno.

Ordóñez no expuso cifras sobre su gestión, pero exaltó como un importante logro que el Gobierno haya declarado al crimen organizado (narcotráfico y microtráfico) y minería ilegal como amenazas a la seguridad del Estado, permitiendo que las Fuerzas Armadas se involucren más en las operaciones de seguridad en conjunto con la Policía Nacional.

Señaló que el combate a la inseguridad arroja “efectos lamentables en el corto plazo”, pero defendió que en el mediano y largo plazo “se verán resultados positivos”. “Salgo del gobierno con la certeza de haber avanzado en el logro de los objetivos definidos a la creación de la Secretaría, como entidad coordinadora. Queda, sin duda, pendiente mucho por delante”, concluyó.

Este Diario buscó una nueva entrevista con Ordóñez para hablar de su función en la Secretaría de Seguridad y las razones de su salida. Sin embargo, no respondió al pedido.

La violencia y asesinatos en el país escalan a niveles alarmantes, generando temor y frustración en la población, que reclama soluciones urgentes, efectivas y permanentes. En 2022 hubo 4.614 homicidios intencionales, con una tasa de 25,5 homicidios intencionales por cada cien mil habitantes, convirtiéndose en el año más violento, superando con el 46 % a los casos de 2021. En tanto, solo entre enero y febrero de 2023 los homicidios sumaron 945, según la Policía.

El Gobierno no ha dado a conocer públicamente el plan de seguridad. El año pasado, en una entrevista con Rafael Cuesta en TC Televisión, el jefe de Estado mostró la carátula de un documento titulado Estrategia Integral para la Seguridad y la Paz. Lasso dijo que ese texto se había convertido en “doctrina de las Fuerzas Armadas” y que en su anexo está el detalle de todo el equipamiento que se requiere, así como la estrategia y táctica necesarias. Más tarde, en octubre en otra entrevista con Carlos Vera, el presidente manifestó que se trataba de documentos reservados de seguridad del Estado, pero ofreció que se elaboraría un resumen ejecutivo para divulgación pública. Esto, sin embargo, no se ha concretado hasta el momento.

Plan de seguridad del Gobierno implica una inversión de $ 5.000 millones, señaló el presidente Guillermo Lasso

Para Jean Paúl Pinto, experto en temas de prospectiva y seguridad, es un error que el país no conozca qué tipo de plan y política se implementará para combatir la inseguridad. En ese sentido, criticó que Diego Ordóñez no haya transmitido una de sus principales atribuciones y describió que su gestión tuvo una actitud más reactiva ante hechos violentos, en lugar de ser planificadora y preventiva.

“No hay ningún elemento en seguridad donde podamos decir que ha habido un avance. Si analizamos los indicadores nos damos cuenta que durante el tiempo que él (Ordóñez) estuvo todo empeoró, todo desmejoró, por eso no hay resultado que se puedan destacar en alguna área. Lo peor que el Gobierno hizo fue poner a una persona que no tenía experiencia, estudios ni preparación para un tema tan delicado como el de la inseguridad”, resumió Pinto.

El experto señaló que otro desacierto ha sido “militarizar la seguridad”, cuando experiencias internacionales, como en México, han demostrado que “esa estrategia ha fallado”.

Pinto coincidió en que una falencia adicional de Ordóñez fue imprimir una visión más política sobre la violencia que azota al país, insinuando como posibles involucrados a los políticos opositores a Lasso, sin considerar problemas de índole socioeconómico, ni reconociendo errores en la propia administración del Estado que deben ser abordados con otras estrategias. “Necesitamos una persona (en la Secretaría de Seguridad) que en sus estudios, experiencia y trayecto tenga una visión humana de la seguridad y nos pueda plantear soluciones mucho más holísticas e integrales, que es lo que nos está faltando”, sugirió Pinto. (I)