Coca Codo Sinclair tiene al menos tres frentes de riesgos a cinco años de haberse inaugurado. La erosión regresiva amenaza la obra de captación (aguas arriba), y su operatividad (aguas abajo) por la imposibilidad de realizar la descarga de aguas. El tercer punto crítico son las fisuras, pues con el método de soldadura que ahora se realiza no se logra una reparación definitiva. Así lo explicaron técnicos de Celec EP, expertos tanto en el fenómeno natural como en el proceso que se lleva adelante contra Sinohydro por los defectos de fábrica encontrados en los distribuidores.

En cuanto al fenómeno aguas abajo, el problema, de acuerdo con Galo Atiaga, líder de la Comisión Ejecutora Río Coca, la erosión regresiva ha provocado que se hayan depositado sedimentos que han elevado el nivel del río y que impiden la normal descarga de las aguas y por tanto la generación total de electricidad. Actualmente, Coca Codo está generando 750 megavatios (de los 1.500 posibles), considerando que la fase 2 está en mantenimiento mayor y a que se realizan trabajos en los distribuidores. En estos días, Celec está preparando los documentos contractuales necesarios para lanzar la licitación de alquiler de maquinaria para poder hacer un dragado que permita realizar la descarga sin limitaciones.

En cuanto al tema de la soldadura, Celec EP tiene varias razones por las cuales no acepta la solución aprobada por la Junta Combinada de Disputas de la Cámara de Comercio Internacional, para las fisuras que se presentan en los distribuidores de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Por ello, en la actualidad, el tema se ha elevado a la instancia de arbitraje internacional.

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De acuerdo con Byron Orozco, subgerente del proyecto Coca Codo Sinclair, en primera instancia, para Celec EP, el método de soldadura no es una solución definitiva, sino apenas paliativa. De acuerdo con Celec, es necesario analizar otras alternativas bajo normas internacionales como la ASME PCC2, que utilizan otras metodologías y materiales, que incluso son usados en la industria nuclear y naviera. De esta manera se buscaría que la garantía de vida útil de la Coca Codo Sinclair sea de 50 años.

En segunda instancia, la solución de la soldadura es imposible de aplicar de manera óptima. Es que el problema del fisuramiento en los distribuidores corresponde a la selección del material. Pese a que en el contrato se había estimado que los distribuidores debían hacerse con el material ASME 8, Sinohydro había argumentado que no disponían de la cantidad total para realizar los trabajos y que lo reemplazaría con acero Q500 D, de características similares.

Sin embargo, este material requiere un cuidado especial en el control de soldadura, calentamiento y poscalentamiento y alivio de tensiones. Dichos cuidados, de acuerdo con comunicaciones reveladas recientemente por la Comisión de Fiscalización de la Asamblea (a través de documentación oficial entregada por Celec), no se cumplieron y por ello, ahora se presentan una serie de defectos.

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Ahora se ha comprobado que se continúan haciendo soldaduras a las fisuras, pero siguen apareciendo: “El material se sigue fatigando y continúa el esfuerzo residual”, dice Orozco. En este caso se debería aplicar un tratamiento térmico posoldadura para que sea más efectivo, pero este último paso es imposible de hacer pues afectaría a la estructura del hormigón debido a las altas temperaturas que se requieren y a que los distribuidores ya están embebidos.

En tercer lugar, los resultados entregados por Tüv Süd, empresa alemana contratada por Sinohydro para determinar la solución a las fisuras, no resultan independientes. Esto porque la empresa alemana se convirtió en parte del equipo consultor de Sinohydro y no se ve que exista una independencia en el criterio vertido.

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De otro lado, de acuerdo con Orozco, Celec no ha planteado el cambio de distribuidores por unos nuevos, pues considera que el costo beneficio no sería el mejor. El cambio total de los distribuidores, que costaría unos $ 1.010 millones, generaría también una pérdida por la paralización (al menos por dos años) de las fases mientras se hace dicha reposición.

Volviendo al problema de la erosión regresiva aguas arriba, al momento se trabaja en un modelo físico (una suerte de maqueta) para evaluar la distancia y altura de las pantallas rígidas que buscan mitigar el avance de la erosión hacia las obras de captación de aguas en la central hidroeléctrica. También se espera encontrar un diseño para el aprovechamiento de las aguas del río. En los próximos días se realizará la visita del Colegio de Ingenieros de EE. UU., quienes darán a conocer sus impresiones sobre las medidas aplicadas en este frente. La erosión regresiva ya está a 8 kilómetros de la captación. (I)