Antes de la reunión del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), el presidente Lenín Moreno hizo una descripción de la situación actual en la frontera norte y señaló que ha existido permisividad y desmantelamiento de las Fuerzas Armadas y la Policía. Dicha cita analizó el secuestro del equipo periodístico de diario El Comercio, en Mataje.

“La permisividad extrema es la que ha permitido que esto (secuestro y más ataques) ocurra y, claro, el momento en que uno permite todo a estos guerrilleros y narcotraficantes, prácticamente se está dando la posibilidad de que hagan lo que les da la gana, pero cuando se les resta, se les impide, se les corta sus posibilidades de que puedan transportar los estupefacientes de la forma como lo venían haciendo, pues ese momento la respuesta de ellos también puede ser contundente, pero más contundente va a ser nuestra respuesta”, especificó Moreno.

Respecto al Ejército, Moreno detalló que se ha mermado la operatividad de las Fuerzas Armadas y puso algunos ejemplos: la compra de helicópteros que se caían, la compra de radares que no funcionaban, la compra de aviones viejos que cuestan más sus reparaciones que comprarlos nuevos.

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El presidente ofreció dotar de todo lo que necesiten tanto Fuerzas Armadas, la Policía Nacional como el Departamento de Investigación, Seguridad e Inteligencia, que reemplazará a la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain).

La reunión del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), duró cerca de dos horas en el Palacio de Carondelet. Allí se resolvió extender el estado de excepción para los cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro, zona fronteriza de Esmeraldas con Colombia, por un mes más. Asimismo, a través de un Decreto Ejecutivo se creó un Comité Nacional de Seguridad Integral Fronteriza.

La frontera norte, especialmente en Esmeraldas, sufre las consecuencias de lo que pasa en el departamento de Nariño, en el sur colombiano. Reportes de Colombia citan que allí se concentra la mayor área sembrada con coca, materia prima de la cocaína. Además, es un punto estratégico de la ruta del Pacífico para transportar droga hacia Estados Unidos vía Centroamérica y México.

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“En esa zona, 12 grupos pequeños se disputan el control que antes tenían las FARC. Se está viviendo un reacomodamiento criminal, y esa violencia ha pasado también a suelo ecuatoriano”, explicó a la agencia AFP Ariel Ávila, experto en el conflicto armado colombiano de la Fundación Paz y Reconciliación de Colombia.

En Ecuador, los llamados a mejorar el control se multiplicaron luego del secuestro del equipo periodístico.

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Terrorismo, asesinato de funcionarios públicos (incluso mujeres), secuestros de periodistas... Frente a eso, condena, indignación y solidaridad. Pero insisto, ¿hasta cuándo?Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil

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