El exjefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, quien está siendo investigado por doce delitos, entre ellos el de asociación ilícita contra Estados Unidos y lavado de dinero, estuvo en Ecuador el 9 de mayo, según reveló un informe de la Corte del Distrito de Columbia.

El documento señala que este registró en marzo un teléfono y una cuenta de correo electrónico con un alias y que así viajó además a México y China.

Manafort, de 68 años, que fue parte del equipo de campaña de Trump entre junio y agosto de 2016, es un experimentado asesor de campañas políticas en Estados Unidos y en otras partes del mundo y ahora es investigado por, supuestamente, haber recibido y ocultado millones de dólares de grupos ucranianos vinculados a Rusia.

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El asesor y su socio Rick Gates, de 45, se declararon inocentes ante un tribunal de Washington, pero fueron puestos bajo arresto domiciliario tras el pago de sendas fianzas.

Relación con el poder

Las relaciones de Manafort con el poder comenzaron ya en la década de los 70, cuando actuó como asesor para el presidente Gerald Ford, y una década más tarde se desempeñó como estratega y asesor de Ronald Reagan en la Casa Blanca.

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Sin embargo, a partir de ese punto Manafort se llevó su agenda de contactos a la iniciativa privada, y pasó a defender en Washington los intereses de líderes y dirigentes extranjeros deseosos de tener un contacto en la capital estadounidense.

Esa lista de clientes incluyó el entonces dictador filipino Ferdinand Marcos, el somalí Mohamed Siad Barre, el guerrillero ultra derechista angoleño Jonas Savimbi y, más recientemente, Yanukovich.

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Fueron sus contactos con Ucrania los que dejaron a Manafort en el centro de las atenciones del fiscal especial Robert Mueller, quien investiga la alegada colusión de la campaña de Trump con Rusia en la carrera presidencial de 2016. (I)