La niña, de 8 años, le confesó a la doctora que la atendió que su hermano, su padrastro y su abuelo le habían tocado las partes íntimas. Ella fue a consulta médica porque tenía unas llagas en la zona anal. Con los exámenes se comprobó que la contagiaron con el virus del papiloma humano, una enfermedad de transmisión sexual.

Su padre –que no vive con ella– llegó desesperado e indignado a denunciar el hecho en la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía del Guayas, en el Albán Borja, norte de Guayaquil.

A esa dependencia acuden en estos días más familiares, quienes revelan nuevos casos de delitos sexuales en contra de menores de edad, en el hogar y el vecindario, adicional a los que pasan en el sistema educativo.

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“Este sujeto (padrastro) le había tocado sus partes íntimas, la había alzado contra el espejo y la había subido contra su cintura y sacándole el calzoncito, que en varias ocasiones lo ha hecho (...). Mi hija (7 años) le contó a la mamá; ella le habría reclamado al marido y este le pegó. Luego, la mamá le había dicho a mi hija que eso era un juego”, relató otro progenitor.

Los casos ocurren casi a diario. Acoso, abuso, violación y estupro son parte de los delitos sexuales que parientes, amigos y extraños cometen contra niños y adolescentes.

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La Fiscalía del Guayas registra un aumento de denuncias de abuso sexual en este año versus el 2016. De enero a septiembre pasado se receptaron 565 en la provincia, mientras que en ese periodo en 2016 se dieron 530. El peso fuerte está en Guayaquil, con 472 en este año y 324 en 2016 (en ese periodo).

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Y en los primeros nueve meses de este año se denunciaron 683 violaciones en Guayas. De estas, 404 son de Guayaquil.

Mónica entró en desesperación el jueves último luego de enterarse de que el aprehendido en el caso de su hija supuestamente quedó en libertad, ya que ella desconocía que debía estar presente en la audiencia de formulación de cargos.

Era el hijo de 18 años de los dueños de una tienda-cíber, que le habría enseñado el genital a la niña de Mónica, de 9 años.

“Ella fue a comprar una galleta y él le dijo que si quería el vuelto lo coja de encima de su pene. Ese hombre se lo había sacado, se lo tocó y se puso la moneda encima para que mi niña la coja. Él la haló del brazo, no la quería soltar, pero mi hija se soltó y salió corriendo”.

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La niña, que temblaba y lloraba, le dijo a una vecina que estaba cerca, quien dio la alerta.

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“Imagínese en el peligro en el que estamos. Nuestros niños van a ese cíber (en la coop. Sergio Toral)”, expuso la vecina que auxilió primero a la niña.

“Tengo a otra niña (de 4 años) que me la van a operar, yo estaba en el médico en ese momento y a mi hija justo le da ganas de salir a comprar una galleta cuando pasa esto. ¿Qué voy a hacer?”, decía Mónica. (I)

Abuso sexual

Según la ley. Quien, en contra de la voluntad de otro, ejecute sobre él, lo obligue a ejecutar sobre sí mismo u otros un acto sexual, sin penetración o acceso carnal. Sanción: prisión de entre 3 y 10 años, según el caso. (I)

Violación

Según la ley. Es el acceso carnal, con introducción total o parcial del miembro viril, por vía oral, anal o vaginal; o la introducción, por esas vías, de objetos, dedos u otros órganos, a una persona. La pena: de 19 a 22 años de cárcel. (I)

Acoso sexual y estupro

Según la ley. Estupro: mayor de 18 años que con engaño tenga relaciones sexuales con un mayor de 14. Hay cárcel de 1 a 3 años. Acoso: el que solicita actos sexuales, valiéndose de su autoridad. Prisión de 6 meses a 5 años. (I)