En cinco meses, el gobierno de Lenín Moreno ha obtenido unos $ 6.587 millones en nueva deuda. A través de la colocación de bonos soberanos, entrega de oro y bonos por parte del Banco Central del Ecuador (BCE) y recurriendo a organismos multilaterales y a la banca pública ha llevado adelante una estrategia agresiva de endeudamiento. Esto, a pesar de que en el discurso el Gobierno ha hablado de un ajuste fiscal.

Apenas se inició el Gobierno, seis días después de la posesión del nuevo mandatario Lenín Moreno (que conservó al equipo económico anterior) se emitieron bonos por $ 2.000 millones. El 19 de octubre se acaban de emitir $ 2.500 millones más, la operación más importante en términos de monto, en décadas. Pero además se han buscado otras formas de endeudamiento que ahora incluyen entrega de oro y bonos soberanos.

Este es el caso de la última operación de derivados financieros con Goldman Sachs en la cual el Central invierte el oro equivalente a $ 387 millones y bonos soberanos por $ 606 millones (que el Ministerio de Finanzas había reaperturado hace pocos días) y consigue un crédito por $ 500 millones.

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Otra operación con el oro se hizo en estos días para obtener liquidez para la Reserva Internacional que había bajado a niveles de $ 2.000 millones.

Adicionalmente, el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, viajó a Bogotá para gestionar un crédito del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), que fue conseguido en los primeros días de septiembre.

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El Gobierno también logró un nuevo financiamiento de $ 400 millones a través de BanEcuador.

No toda esta deuda será registrada en la Deuda Consolidad, que es la que toma en cuenta al momento el Gobierno para calcular el porcentaje de su peso con respecto al Producto Interno Bruto (PIB).

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Para el economista Francisco Briones, el ritmo de endeudamiento del Gobierno se va a mantener mientras no haya una verdadera política de ajuste. Ahora existe una necesidad de financiamiento de $ 13.750 millones para el 2017 si se quiere cumplir con acreedores y financiar el gasto público.

Briones opina que no es tan fácil bajar el ritmo, pues podría generarse una contracción económica fuerte.

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En el caso de la operación con BanEcuador, la gerenta del BCE, Verónica Artola, dijo que los $ 400 millones entregados a la institución y que luego se invirtieron en Certificados del Tesoro (Cetes) fueron una inversión de corto plazo y que se puso como condición que no sean revolventes, por lo que se deberá pagar a finales de año.

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Y reveló que esta operación se decidió por parte de la Junta de la Política Monetaria y Financiera, a través de una resolución reservada.

En estos mismos días el BCE aprobó dos líneas de crédito para BanEcuador y el BEDE (que aún no se concretan) que servirán para programas de gobierno como Casa para todos. Sin embargo, Artola dijo que los otros $ 400 millones entregados a BanEcuador fueron para los programas del Gobierno.

Al indicarle que este dinero fue a Cetes y no a programas, dijo que quien debe responder sobre esa inversión es BanEcuador: “No podemos prohibir a BanEcuador que haga las operaciones que ve necesarias”.

Según Artola, si bien es cierto que al momento se mantienen las reservas internacionales gracias a la consecución de deuda, ya se han empezado a dar los cambios estructurales.

Para ella, el plan económico del Gobierno busca que haya más ingresos permanentes.

Explica que esto se lo logra “a través de impuestos y tasas arancelarias”, y que se busca disminuir la salida de recursos que afecta la Reserva. Esto al disminuir las importaciones.

Además hay, según la funcionaria, un ajuste progresivo del gasto fiscal. “Macroeconómicamente esto va a dar una estabilidad más integral de la Reserva para no estar dependiendo de la deuda”, dijo.

Para el ministro de Economía del anterior Gobierno, Fausto Ortiz, este año las cifras fiscales muestran un abultado déficit. “El Gobierno debía ir a buscar deuda adicional. Debe dejar algo de recursos para vencimientos y amortización de deuda. Al final del año tendríamos una deuda que ha aumentado $ 7.000 millones”.

Ortiz dice que en la primera parte del año, cuando aún estaba el anterior régimen no se consiguió una fuerte deuda y más bien se habría dejado la tarea para el actual. Aunque explica que los primeros $ 2.000 millones fueron producto de una negociación anterior.

“Es el endeudamiento al que está obligado por tener un déficit fiscal tan alto. Los $ 7.000 millones van a requerir $ 450 millones por intereses. Hay que identificar ingresos corrientes para pagar. Es una cifra superior a lo que conseguirá por el impuesto a la renta con las últimas medidas”, dice. (I)

Lo que están tratando de hacer ellos es que con toda este financiamiento rescatar el año y que en este cuarto trimestre no vaya a haber una fuerte contracción”.

Los $ 7.000 millones de aumento de la deuda este año representarán intereses incrementales de $450 millones para el próximo año. El Gobierno debe buscar esos recursos corrientes”.

 

 

Petroamazonas

La empresa estatal Petroamazonas emitirá en noviembre bonos de deuda por $ 350 millones para así pagar la abultada deuda que tiene con la empresa petrolera Schlumberger. Así lo anunció su gerente, Álex Galárraga. Sobre el tema, la petrolera extranjera consideró esto como un acto de buena voluntad e hizo votos para que en la próxima liquidación haya un flujo efectivo de pago para inyectar liquidez y generar reinversión. (I)