Bailando cumbia en medio de un estadio lleno, la expresidenta argentina Cristina Fernández cerró de forma adelantada su campaña el pasado lunes. Ella busca hoy, en medio de los varios procesos judiciales que enfrenta, un escaño en la Cámara de Senadores, mientras el presidente Mauricio Macri trata de frenar su avance con todas las cartas de su movimiento jugando con esa tarea.

Con una nueva coalición, Unidad Ciudadana, Fernández es una de las favoritas para entrar al Senado por la provincia de Buenos Aires, en la que vive el 40% de la población.

En las primarias de agosto pasado, Fernández –que retorna a la política tras dejar el poder en 2015– ganó por una diferencia mínima ante el candidato de Macri, Esteban Bullrich. Pero el Gobierno tardó dos semanas en difundir el resultado final, lo que alentó denuncias de irregularidades.

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En su cierre de campaña adelantado en el estadio Juan Domingo Perón, Fernández dijo que Macri hace una política neoliberal y que “solo tiene lealtad con los grupos de la economía”, a los que pertenece.

Además de que dirige una persecución política contra ella mediante la justicia. La exmandataria, que enfrenta varios casos de supuesta corrupción contra ella, su familia, funcionarios de su gobierno y empresarios cercanos, niega que se postule al Senado para gozar de inmunidad parlamentaria.

Fernández añadió que si vivieran, “Evita (Perón) votaría a Cristina; (Juan Domingo) Perón, a (Jorge) Taiana (su segundo candidato al Senado); y los dos, a Unidad Ciudadana”. Esto debido a que el peronismo está dividido en varios partidos en esta elección.

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Según dos sondeos, el oficialismo encabeza la intención de voto en la provincia de Buenos Aires, pero con mínima diferencia. La ventaja de Bullrich sobre Fernández sería de mínimo 2,5 puntos y no mayor a 4,7, según encuestadoras.

Mientras, Macri llamó a los argentinos a respaldar el rumbo de su gobierno en las elecciones para mejorar su mayoría simple en el Congreso. Es que los argentinos decidirán en los comicios hasta qué punto respaldan su apertura de la economía iniciada hace dos años, que por ahora ha mostrado pocos beneficios concretos.

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En los últimos meses, la campaña se ha polarizado entre quienes apoyan la liberación de los mercados y la mayor transparencia institucional que promueve Macri y quienes defienden las regulaciones estatales establecidas por Fernández bajo su mandato para impulsar al mercado doméstico.

La elección se jugará en los suburbios de la ciudad de Buenos Aires, parte de la provincia homónima y donde viven más de 10 millones de personas. Con muchos barrios pobres, allí es donde Fernández tiene más adeptos y donde Macri, un exempresario, es visto con indiferencia.

Aunque las múltiples acusaciones por corrupción que Fernández y varios de sus exfuncionarios enfrentan en la justicia le han restado apoyo, ya tiene asegurada una banca. (I)

 

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Demandas
La expresidenta afronta actualmente x causas:

 

2,4
puntos
Al menos por esa diferencia el oficialismo ganaría el primer puesto de senador por Buenos Aires.