El Senado confirmó el pasado lunes como nueva embajadora de Estados Unidos en el Vaticano a Callista Gingrich, una mujer ajena a la diplomacia y tercera esposa del excongresista republicano Newt Gingrich, recompensado por su apoyo a Donald Trump.

Anunciada hace cinco meses por el presidente estadounidense, la nominación de Gingrich obtuvo 70 votos a favor y 23 en contra en la cámara alta del Congreso, con la oposición exclusivamente demócrata.

Pero en el Vaticano, Callista Gingrich sucederá a un expresidente de la ONG humanitaria Catholic Relief Services.

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El senador republicano Johnny Isakson bromeó: “Uno de sus más grandes dones de persuasión no fue convencer a Newt de casarse con ella, sino convertirlo al catolicismo, lo que le será muy útil en la

Santa Sede”. (I)