Unos migrantes golpean a una jubilada checa y corren hacia un centro de prestaciones sociales. Así empieza un video del partido Bloque contra la Islamización, de extrema derecha, una de las formaciones en liza en las elecciones legislativas de la República Checa de los próximos viernes y sábado.

El video termina diciendo: "Tú escoges: ¿dar el dinero a nuestros hijos y jubilados o a los musulmanes y africanos?"

De los 31 partidos que se presentan, el Bloque contra la Islamización no es el único que hace campaña sobre este tema. Como el Frente Nacional en Francia, el AfD en Alemania, el Partido de la Libertad en Austria o Geert Wilders en Holanda, varias formaciones políticas checas utilizan el miedo provocado por las llegadas masivas de migrantes a Europa.

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La migración se ha convertido en el tema estrella de la campaña checa, pese a la casi ausencia de migrantes y refugiados en el país, que prefieren ir hacia Alemania o Suecia.

La República Checa, con un presidente abiertamente antimusulmán, solo ha acogido hasta ahora a 12 refugiados, aunque la Unión Europea le ha pedido que acepte a unos 1.600, de acuerdo con el sistema de reparto de migrantes.

'Nada en contra de los chinos'

Muchos partidos, para ganar electores, utilizan en sus campañas el miedo al terrorismo, la amenaza islamista y el temor a perder la prosperidad económica.

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"Esto no tiene mucho que ver con la realidad, porque realmente no hay muchos migrantes aquí", dice el analista Jiri Pehe, interrogado por la AFP.

Según un sondeo realizado en abril por el instituto CVVM de la Academia checa de Ciencias, un 60 % de los checos son hostiles a la acogida de migrantes y solo un 3 % son favorables.

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"Necesitamos una barrera contra la ideología de odio del islam", afirma Tomas Erlich, un elector de Praga decidido a votar por el partido antimigrantes "Libertad y Democracia Directa" (SPD), del empresario Tomio Okamura, nacido en Tokio.

El islam "es incompatible con la democracia, la legislación y los valores europeos. La experiencia de Occidente lo demuestra claramente", insiste.

Niega sin embargo ser xenófobo, ya que "no tiene nada en contra de los chinos ni los vietnamitas, inteligentes y que trabajan increíblemente duro".

El SPD obtendría 7,3 % de los sufragios, según el CVVM, superando el límite del 5 % para entrar en la cámara baja, de 200 escaños.

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El empresario multimillonario Andrej Babis, conocido en la prensa como el "Trump checo", cuyo movimiento populista ANO sería el ganador de las legislativas, con 30,9 % de los votos según el CVVM, tampoco esconde su hostilidad hacia los migrantes.

'Comercio del miedo'

"Casi no hay migrantes aquí, el país está atravesando un bueno periodo desde el punto de vista económico, y a pesar de ello la gente está descontenta, incluso enojada", constata el analista Josef Mlejnek, de la Universidad Carolina de Praga, interrogado por la AFP.

"Me pregunto cuáles son las razones. Creo que es una mezcla de frustraciones personales y un problema general", estima. "Por ejemplo, Babis insiste en que la corrupción está por todas partes y la gente comienza a tomárselo en serio".

La tasa de desempleo en la República Checa fue de 3,8 % en septiembre, su nivel más bajo desde 1998. Y el Banco Central pronosticó un crecimiento de 3,6 % al término del ejercicio del 2017.

Sin embargo, "la escena política checa ha degenerado en el comercio del miedo", asevera Pehe. (I)