Portugal sufrió la segunda crisis incendiaria en cuatro meses con llamas que devastaron varias áreas y sumaban 36 muertos. Hay lugares a los cuales los rescatistas no han llegado, por lo que la cifra de víctimas es provisional, dijeron autoridades locales.

Unos 3.000 bomberos trabajaban en todo el país para intentar apagar los incendios, pero más de una treintena de focos ‘importantes’ seguían activos y un número indeterminado de pueblos permanecían bajo la amenaza de las llamas.

Imágenes en televisión mostraban las llamas arrasando árboles y casas ante la mirada de sus habitantes aterrados. “Toda la ciudad parecía una bola de fuego, rodeada por las llamas por todas partes”, describió el alcalde de Oliveira do Hospital, José Carlos Alexandrino. La mayoría de las víctimas murieron en su coche, dijo.

Publicidad

Portugal registró 524 incendios o focos, un hecho inédito desde 2006. El país ya había sufrido a mediados de junio el incendio más mortífero de su historia, con 64 muertos.

La vecina región española de Galicia también ardió en llamas atizadas por fuertes vientos del huracán Ofelia. Cuatro personas murieron. El humo dificultaba extinguir más de 60 incendios que seguían activos.

Huracán Ofelia
En Irlanda, dos personas murieron con la llegada del huracán Ofelia, degradado a tormenta, con olas de 10 m de altura. Unos 230.000 hogares quedaron sin electricidad. Ofelia es el mayor huracán registrado hasta ahora tan al este sobre el Atlántico, y el primero desde 1939 que avanza tan al norte. (I)