El Gobierno y la oposición de Venezuela volverán a medir fuerzas mañana en elecciones de gobernadores, en un país golpeado por cuatro meses de violentas protestas y hundido en una severa crisis económica y política, sin que se vea aún una posible solución.

Unos 18 millones de venezolanos están llamados a escoger, para un periodo de cuatro años, a las máximas autoridades de los 23 estados del país, entre denuncias de irregularidades y la frustración de muchos que exigieron en las calles comicios generales, con la expectativa de sacar al presidente Nicolás Maduro del poder.

Con suma urgencia, la oposición multiplicó sus llamados a votar contra el Gobierno para –dice– sacar al país de una de las peores crisis de su historia. El FMI calculó una caída del PIB de 12% y una inflación de 652% para este año.

Publicidad

Buscando legitimidad en Venezuela y en el exterior, Maduro presenta estos comicios como la validación de su Constituyente, desconocida tanto por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como por países de América y Europa.

Aunque la oposición arrasó en las parlamentarias del 2015 su poder fue anulado por la justicia –acusada de oficialista–, por lo que algo similar puede ocurrir esta vez a los gobernadores ante la Constituyente.

Incluso ya ha hecho notar acciones irregulares, como el cambiar de lugar más de 200 centros de votación 48 horas antes de la elección.

Publicidad

Tribunal en el exilio

En tanto, 18 de los 33 abogados a los que la mayoría opositora del Congreso de Venezuela designó en julio pasado como magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de la nación (decisión anulada por el TSJ actual, acusado de favorecer al Gobierno), se reunieron ayer en la OEA para instalar lo que ellos denominan un TSJ en el exilio.

Publicidad

Mientras, la exfiscal Luisa Ortega anunció ayer que denunciará a Maduro ante la Corte Penal Internacional por ejecuciones extrajudiciales. (I)