Sergio Pérez

En el Main Plaza de Plaza Lagos, con el hermoso lago de fondo, se acomodó Andrea Castillo, en actitud juguetona, para cantar un programa de melodías pop y baladas, en inglés y en español, con el apoyo de Juan Francisco Vallejo en guitarra electroacústica, y la concurrencia de público de todas las edades.

Así empezaron con Torn, de Natalie Imbruglia, una melodía pop con Andrea vibrando en registros altos, tarareando y cantando con voz de niña muy bien entonada, y tamboreando en sus piernas. Locked out of heaven, de Bruno Mars, a continuación, con más ritmo mostró una voz lírica de Andrea. Causa y efecto, de Paulina Rubio, una clásica balada de la mexicana, con verso libre y rima, la dejó más cómoda con la pronunciación a la cantante.

Publicidad

Rosa Pastel, de Belanova, aludiendo a la ilusión y desengaño romántico mostró el mejor canto en contraste de registros altos, bien utilizados. Con un charrasqueo elegante en la guitarra y chillando para enfatizar hicieron Chandelier en forma breve.

I want it that way, de Backstreet Boys, lenta y muy pausada usando jerga en inglés, mostró una pronunciación insegura. Titanium, de David Guetta, fue una balada hermosa, repleta de registros altos, agudos y penetrantes y Me rehúso, de Danny Ocean, venezolano, con sonido gringo, fue lo mejor cantado en forma creativa.

La famosa Despacito, de Luis Fonsi, estuvo interpretada aún más pausada que la original con mucho feeling de Andrea, y el apoyo de la guitarra provocando aplausos del público. Baby one more time, de Britney Spears, mostró el mejor charrasqueo en guitarra y la voz de niñita con agudos de Andrea.

Publicidad

A Thousand Miles, de Vanessa Carlton, fue la narrativa de un cuento inconexo, sin duda la música más extraña de la noche. Tu veneno, de Natalia Oreiro, en un tempo más acelerado y letra dramática, cortavenas que dice “Tu amor es el vuelo que me está matando”, fue el tremendísimo musical de la noche.

Reina de corazones, de Alejandra Guzmán, mostró el mejor ritmo de la noche, y Sugar, de Maroon 5, mostró a una Andrea versátil cambiando de registros medios a registros altos y viceversa con el público enchufado. (O)