La lucha desesperada contra los incendios forestales en el norte de California trajo este viernes un rayo de esperanza al reportarse los primeros progresos para contener las llamas, mientras que cientos de bomberos más llegaron a la zona para ayudar.

La magnitud del desastre quedó más clara cuando las autoridades informaron que debido a los incendios unas 90.000 personas tuvieron que desalojar sus casas, y que unos 5.700 hogares y negocios fueron destruidos. La cifra de muertos se ha elevado a 35, con lo que se convierten en la serie de incendios forestales más letal y destructiva en la historia de California.

En total, 17 grandes incendios continúan activos en el norte del estado y 9.000 bomberos mantenían su ofensiva contra el fuego.

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“La emergencia no ha terminado y continuamos trabajando, pero hemos tenido algunos progresos importantes”, dijo el director de operaciones de emergencia del estado, Mark Ghilarducci.

En las últimas 24 horas llegaron contingentes de bomberos procedentes de Nevada, Washington, Idaho, Montana, Nuevo México, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Oregon y Arizona. Otras cuadrillas llegaron desde Canadá y Australia.

Los incendios comenzaron el domingo 8 de octubre en distintos lugares de ocho condados, y han reducido comunidades enteras a cenizas y escombros. La cifra de víctimas fatales sube a diario a medida que los equipos de búsqueda ingresan en zonas antes inalcanzables. (I)