Alberto Acosta, expresidente de la Asamblea Constituyente, considera que la propuesta de consulta popular del mandatario Lenín Moreno no es suficiente.

¿Cuál fue el espíritu de la Constituyente cuando se redactó y aprobó el artículo que no daba paso a la reelección indefinida?

La Constitución recogió un planteamiento básico de la “revolución ciudadana”: superar las estructuras de gobierno verticales y caudillescas, que tanto daño hacen a la democracia. Así, la esencia de esa demanda se sintetiza en la no reelección indefinida, que entonces era apoyada por Rafael Correa.

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¿Cuál es su criterio sobre la propuesta de eliminar la posibilidad de reelección indefinida para los dignatarios desde el 2008?

Totalmente de acuerdo, aunque lamento que no se consulte sobre el resto de enmiendas inconstitucionales aprobadas en 2015.

¿Considera que fue un error la creación del Consejo de Participación Ciudadana?

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Tal Consejo se creó para fortalecer la participación ciudadana, punto medular de la Constitución de Montecristi. Penosamente su integración y funcionamiento fracasaron. La participación ciudadana requiere de espacios autónomos en donde se exprese su influencia efectiva para que contribuyan a que el poder no sea cooptado por una sola función del Estado.

¿Qué criterio tiene sobre la pregunta del Yasuní?

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Es confusa. Es positivo ampliar la zona intangible, pero no es claro el alcance de la superficie de explotación en los bloques 31 y 43 o ITT, que caería de 1.030 a 300 hectáreas: superficie más que superada ya con las actividades en dichos bloques. De hecho, Moreno, pudiendo hacerlo, no tuvo ni visión ni capacidad de relanzar la Iniciativa Yasuní-ITT, que le quedó muy grande a Correa.

¿Qué cambiaría usted de la Constitución del 2008?

Propondría revisar íntegramente el texto vigente a la luz de lo que se aprobó en el pleno de la Constituyente. Hay diferencias que se deberían corregir. También propondría un gran debate para modificar los puntos que permiten crear un régimen presidencialista concentrador de poderes, típico de todas las constituciones de nuestra República. Y precisamos que se hagan realidad sus principios básicos de la plurinacionalidad, los Derechos de la naturaleza y la justicia social. (I)