El mundo camina hacia la fabricación de aparatos electrónicos con mayor eficiencia energética, es decir, que consuman menos electricidad en su uso, pero con el mismo o un mejor servicio. Esto se traduce en la invención de electrodomésticos que buscan aprovechar el 100 % de la energía sin desperdicios, explica José Pileggi, expresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Ecuador.

El gran reto tras los descubrimientos ha sido cómo volver más eficiente ese elemento. En el caso de los electrodomésticos, están los aires acondicionados, refrigeradoras, lavadoras y hornos microondas que incluyen la tecnología inverter, de origen japonés. Y hay otros en la línea de consumir menos energía con la aplicación de otras tecnologías.

“Los electrodomésticos de generaciones anteriores no eran lo suficientemente eficientes. Estos nuevos productos atados a palabras como inverter en aires acondicionados, por ejemplo, lo que buscan es la misma cantidad de BTU de salida (potencia) con un consumo menor de energía, pero sin restar el anterior confort sino inclusive mejorarlo”, asegura Pileggi. De ahí el consejo de renovar los equipos.

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Arturo Llerena, gerente de servicio de Panasonic, explica que el sistema inverter funciona a través de una tarjeta electrónica que controla la velocidad rotacional de los motores y compresores que se utilizan en los aires acondicionados, refrigeradoras y lavadoras. “Este control lo realiza a través de la regulación de potencia entregada al sistema... La reducción del consumo de energía se realiza a través del control de la corriente que utilizan estos electrodomésticos, evitando que la misma tenga picos drásticos al momento que aumenta la velocidad de giro del motor y compresor... Panasonic la adoptó desde sus inicios hace ya 30 años, en sus primeros modelos de hornos microondas”.

Hugo Salguero, jefe de Marca de Línea Blanca de la firma coreana LG, dice que en el caso de esa marca, el ahorro de energía de un split puede llegar al 70 %, dependiendo de la capacidad del aire. “Si es de 24 mil y 18 mil BTU, el ahorro es del 70 %, con el de 12 mil hay un ahorro del 60 %”, asegura.

Es un cálculo derivado de la comparación entre un split inverter y un aire convencional usados en una misma proporción de tiempo. “No es que llega una planilla de $ 100 y ahora con el aire inverter se paga $ 30, es un proporcional a lo que se consumía por concepto del aire. También depende del tiempo de uso”, dice Salguero.

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Como consejo, afirma que un aire de 24 mil BTU es ideal para las salas-comedor promedio de las casas que se venden en Guayaquil. Es decir, cubren un área de 12 m² aproximadamente. Uno de 18 mil BTU es aconsejable para salones más pequeños de 10 o 9 m².

Los gobiernos, dice Pileggi, promueven planes de renovación de equipos ya que la suma del ahorro individual de las familias implica un menor gasto en conjunto para la sociedad. “Con artefactos que consumen menos energía se frena la demanda por el retiro del mercado de esa refrigeradora ineficiente que gasta más energía y con ello aumenta la brecha de tiempo hasta llegar al pico cuando se debe invertir en una nueva central de generación más costosa”. (I)