Los problemas en Puerto Rico se evidencian a medida que pasan las horas. Aún hay centenares de damnificados, ciudades enteras sin el servicio de electricidad, casi la mayoría de municipios declarados en emergencia a la espera de ayuda.

Sara Calle es una guayaquileña, residente en Toa Alta (Puerto Rico) desde 1998, relata cómo vivió junto a su familia los momentos exactos cuando el huracán María pasó por encima de su casa.

“No habíamos salido de la emergencia del huracán Irma, y llegó María. Se volvieron a activar todas las alarmas de emergencia, pero la gente pensó que este último no iba a ser más fuerte que Irma. Fue un huracán declarado en categoría 5 y nos pasó por encima” dice.

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Agrega que fueron vientos de 150 a 200 millas por hora que debieron soportar por varias horas; su casa sufrió daños con inundaciones y rotura de cristales.

El diámetro del huracán fue tan grande que abarcó toda la isla. Sara cuenta que fueron momentos de angustia en los que debió proteger especialmente a su niño pequeño y confiarse a Dios.

El país destrozado

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Recuerda que cuando lograron salir después que los vientos cesaron pudieron darse cuenta que los destrozos eran considerables, “lo que se veía fueron destrozos, escombros, árboles, carros virados, puertas rotas. La gente no se esperaba y aquí en Puerto Rico es considerado el huracán más fuerte que han tenido que pasar. “Yo creo que Puerto Rico ha regresado atrás como diez años” comenta.

“Lo malo de un huracán es su fuerza, los vientos. Uno siente temor por la pérdida de vidas humanas. Sabemos que de los fallecidos, 6 de ellos murieron por inundaciones. Pero también después del huracán la preocupación es las consecuencias. No hay luz, y no puedes prender plantas eléctricas ni nada. La prioridad es darle luz a las plantas de agua. El ahorro de agua es vital”, dice. Agrega que estuvieron incomunicados por varios días hasta este último martes, cuando ya en sus aparatos móviles detectaron internet.

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Tras ello, revisó sus redes sociales y pudo darse cuenta de la preocupación que su situación había generado en familiares y amigos de Ecuador.

De todas maneras, piensa que Puerto Rico tiene su gente “que sabe salir (de los problemas)” y que lo lograrán con la ayuda de varios organismos.