Médicos venezolanos protestaron el lunes contra la que consideraron una actitud pasiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la profunda crisis sanitaria en el país y exigieron más presión sobre el Gobierno socialista y asistencia. 

La escasez de medicinas en el país petrolero es de un 85 por ciento, según cifras del gremio que agrupa a las farmacias, y, además, los pacientes deben atenderse en una desmejorada infraestructura hospitalaria y con cada vez menos disponibilidad de galenos, que han migrado por la crisis.

Enfermedades controladas como la difteria y el sarampión han regresado, en parte, por falta de vacunas y antibióticos; mientras que quienes padecen de enfermedades crónicas, como el cáncer o la diabetes, a menudo deben dejar de tomar su tratamiento por falta de medicamentos.

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Asociaciones de salud, decenas de médicos y activistas se congregaron en la oficina local de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para pedir a la agencia aumentar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro y brindar más ayuda.

"Ha habido una actitud complaciente porque no denuncian las cosas", dijo el doctor Rafael Muci durante la manifestación realizada en el marco de la décimo novena Conferencia Sanitaria Panamericana que se celebra esta semana.

"Somos un país invivible y nadie nos hace caso", argumentó. Como referencia, detalló que gana cerca de 8 dólares al mes al tipo de cambio del mercado paralelo por su trabajo en un hospital estatal.

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La OPS resaltó el lunes que su principal función era prestar "cooperación técnica" y destacó la ayuda dada recientemente en el suministro de vacunas.

El Gobierno venezolano, que acusa a la oposición de incentivar el pánico y a la elite empresarial de esconder medicamentos, no respondió a una solicitud de comentarios.

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Los venezolanos que requieren ciertos medicamentos a menudo deben buscar en varias farmacias, pedir donaciones extranjeras o recurrir a las redes sociales para conseguirlos.

La socióloga María Angélica Casanova, de 51 años, ha buscado medicamentos para tratar patologías psiquiátricas durante el ultimo año. "A veces vienen, a veces no, es grave", dijo mientras algunos transeúntes gritaban "¡Fuera Maduro!".

En el fronterizo estado Bolívar se han registrado casos de sarampión, que estaba controlado después de una inmunización masiva en la década de 1990.

A medida que la crisis obliga a más venezolanos a emigrar, se corre el riesgo de que los problemas de salud sean exportados, advirtieron los médicos.

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"No sabemos cuántas personas que emigran podrían tener algunos de estos patógenos en período de incubación", dijo Andrés Barreto, un epidemiólogo que participó en la campaña de vacunación contra el sarampión. (I)