El presidente Lenín Moreno participó ayer en una reunión del G 77 + China, en el marco de la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos), en la que exhortó a los países miembros a radicalizar la lucha contra la pobreza. En una entrevista con la BBC de Londres concedida en estos días, Moreno habló de las diferencias que mantiene con su antecesor, Rafael Correa. Aquí un extracto.

Muchos se han sorprendido por las diferencias que está demostrando con el expresidente Rafael Correa. ¿Desde cuándo vienen y hasta dónde llegan?

Desde hace rato. Habíamos conversado con el presidente Rafael Correa cuando él fue a Ginebra a solicitarme que sea su candidato. Yo le he manifestado que existen diferencias en la concepción misma de cómo se relaciona con los sectores productivos, gremiales, sociales. Yo apelo bastante más al diálogo que a las imposiciones. Y él me había manifestado que no hay ningún problema, que va a vivir a Bélgica y no va a molestar –lo estoy diciendo como un término un poco feo– que va a respetar completamente mis decisiones. Parece que se le ha olvidado un poquito la promesa.

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¿Cree que él hubiera preferido a otro sucesor?

Sí, ya que lo mencionas, sí. El hubiera preferido una persona que esté más acorde con su forma de pensar, de actuar. Él sabía que yo en muchos aspectos difería de su forma de concebir la vida, la relación con los ciudadanos.

¿Hasta qué punto piensa desmantelar el legado de Correa? En octubre habrá una consulta popular y hay temas que pueden entrar, como la ley de comunicación, la ley de educación superior…

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En la subjetividad, la ley de comunicación, por ejemplo, es una buena ley; tal vez haya que hacer algún cambio. En la práctica, estamos demostrando que no necesariamente debe ser una ley punitiva, sancionadora, sino más bien orientadora... Respecto a la ley de plusvalía ha causado un impacto bastante negativo en quienes invierten en compras de bienes raíces o construyen, lo cual produce consecuencias bastante nefastas en el trabajo. Recordemos que la construcción es un sector de la economía que dinamiza todos los demás. Hemos sufrido un deterioro de -7% en el crecimiento. Apelaré a la Asamblea para ver si encuentro un cambio, caso contrario acudiré a la ciudadanía para que decida.

Sus diferencias con Correa se han expresado sobre todo a través de las redes sociales. ¿Ha intentado hablar con él por teléfono?

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Una vez lo conversamos. Él volvió a manifestarme que respetaba mi forma de actuar. Pero con frecuencia parece que los expresidentes se olvidan, no se han dado cuenta que son expresidentes y suelen comportarse de manera diferente. Como que tendrían todavía la potestad de decidir. De todas formas, es un ciudadano más. Respeto su opinión, aun cuando está cargada a veces de una dosis alta de agresividad.

Ha hecho de la lucha contra la corrupción una de las principales banderas de su gobierno. ¿Había tanta corrupción en el anterior?

Sí señor. Lastimosamente se han detectado muchísimos actos de corrupción. Eso no significa que antes no los había. Muy posiblemente los había. Lo que pasa es que acá hemos tomado la firme determinación de erradicar. La tarea es muy difícil, pero tenemos el firme compromiso con el pueblo ecuatoriano.

Usted fue vicepresidente de Correa y aceptó la candidatura por el mismo partido de gobierno. ¿No sabía nada? ¿No sospechaba que había corrupción?

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Yo nunca participé en el tema económico. Estaba dedicado al tema social, principalmente al rescate de los derechos de las personas con discapacidad, y tuvimos bastante éxito en ello. Vuelvo a recalcar, a mí me ha asombrado el comportamiento del expresidente Correa. Sin embargo, he guardado un silencio prudencial porque un presidente no puede ponerse a discutir con sus ciudadanos. Y a algunos expresidentes se les olvida que dejaron de serlo.

¿Qué se lleva de esta Asamblea de la ONU?

Me llevo muchos entusiasmos compartidos con los representantes de los países. El tema del ser humano, lo más importante. Hemos firmado el tratado de no proliferación de armas nucleares, depositado nuestro compromiso y ratificación del tratado de París (contra cambio climático) y del protocolo de Nagoya (sobre biodiversidad y uso de recursos genéticos).

En su discurso habló de la importancia de renovar los liderazgos. ¿Es ese un problema de la izquierda en la región, con presidentes que llegaron y quisieron perpetuarse?

Sí es un problema, el querer perpetuarse en el gobierno y que se genere en el entorno la creencia de que hay personas predestinadas para sacar adelante a un país. Es un problema porque impide la generación de nuevos liderazgos y hace que las personas pierdan la perspectiva de lo que debe ser un gobierno democrático.

¿Y usted cuánto piensa permanecer en la presidencia?

Los cuatro años para los cuales el pueblo me ha elegido. No optaré por la reelección. No creo en las reelecciones. (I)

Lo que se sabe

Canciller Espinosa
La ácida disputa entre el expresidente Rafael Correa y su sucesor, Lenín Moreno, “no inmoviliza” al gobierno, dijo ayer en Nueva York la canciller María Fernanda Espinosa, que pidió “madurez” para reconocer los errores del pasado. “Puede haber una disputa entre nuestros líderes, pero eso realmente no inmoviliza la gran responsabilidad que tiene Lenín Moreno y que tenemos nosotros”, dijo a la AFP la ministra, quien agregó: “Si la revolución es el resultado de un esfuerzo humano liderado por el expresidente Correa (2007-2017) por supuesto tiene que tener errores”. Espinosa firmó un acuerdo para la cooperación en la prevención y combate de la corrupción y fomento de la transparencia, con Yuri Fedotov, ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).

Charla de Correa
El expresidente Rafael Correa ayer fustigó contra el actual mandatario, Lenín Moreno, al llamarlo “traidor, mediocre, tan desleal, tan malo, tan perverso”. Lo hizo durante una entrevista antes de impartir una charla magistral en la Universidad Nacional de Colombia, que cumplió 150 años de creación. Acompañado de algunos de sus excolaboradores de Gobierno, como René Ramírez, extitular de la Senescyt, y Fernando Alvarado, exsecretario de Comunicación, el exmandatario disertó sobre ‘la Universidad Latinoamericana, visiones y logros’. En un auditorio para 1.600 personas aproximadamente, Correa tomó como ejemplo el sistema universitario del Ecuador, del cual dijo que antes del 2007, cuando llegó al poder, “el panorama era desolador...”. Indicó que durante su periodo presidencial, de 10 años, en el país se convirtió en el país que más invirtió en educación superior, en la región, con $ 600 millones; mientras que en la década que le antecedió fue de un poco más de 9 millones de dólares. Resaltó, además, la entrega de alrededor de 11.700 becas de postgrado en el extranjero. (I)