El presidente Donald Trump visitó Florida ayer para constatar los daños causados por el huracán Irma, mientras autoridades investigaban la muerte de ocho residentes de un asilo de ancianos que se quedó sin electricidad por la tormenta.

Si estas víctimas se suman oficialmente a la cifra de muertos por Irma, el balance provisional queda en 20 fallecidos en Florida y unos 40 más en las islas del Caribe.

El fallecimiento de los ancianos demuestra la urgencia de restaurar el fluido eléctrico a millones de personas a lo largo de este estado. Un punto que reafirmó Trump a su arribo a Fort Myers, la zona más afectada por la tempestad.

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Trump sobrevoló en helicóptero las zonas inundadas y de viviendas dañadas en Naples, un balneario elegante seriamente afectado por Irma.

“Lo más duro es no tener ni agua, ni electricidad y no saber cuándo volverá”, dijo Stasia Walsh, una septuagenaria de Naples cuya vivienda fue gravemente dañada.

Acompañado por su esposa Melania y por el vicepresidente Mike Pence, Trump recorrió algunas calles de la ciudad y participó en la distribución de víveres a los damnificados.

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La visita fue realizada cuando quienes evacuaron Florida antes de la llegada de Irma luchan por volver a sus hogares, con decenas de miles de técnicos trabajando contrarreloj para devolver la electricidad a millones de usuarios.

“Hay más técnicos en electricidad en este estado, creo, que el que se haya acumulado jamás en cualquier parte del mundo”, dijo el mandatario.

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Mientras, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades destacan que los sobrevivientes a la tormenta, los evacuados que regresan, el personal de rescate y los involucrados en la limpieza aún enfrentan todo tipo de riesgos, como el calor y la humedad, los gases producto de los generadores y equipos de limpieza, los tendidos eléctricos derribados, cables bajo el agua y otros elementos que pueden causar serios problemas.

Max llega a México

En tanto, ayer el huracán Max se aprestaba a tocar tierra justo al sur de Acapulco, en la costa del Pacífico mexicano, cuyos habitantes tomaban precauciones de cara a su arribo.

Una persistente lluvia y fuertes vientos mantenían ya a residentes y visitantes alejados de la playa, según mostró la televisión local.

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“Se pronostica que el centro de Max cruce la costa sur de México por la zona de alerta de huracán esta tarde o en la noche (de ayer)”, indicó el Centro Nacional de Huracanes, que estimó que se fortalecerá antes de tocar tierra y una vez dentro de territorio mexicano se debilitará hasta disiparse hoy sobre las montañas del sur del país. (I)