Esta noche los capturadores de cangrejos prevén concentrarse en el mercado Caraguay, en el sur de Guayaquil, para esperar que expire el viernes y apenas sea sábado, volcarse al manglar en busca del apetecido crustáceo.

Durante un mes el cangrejo estuvo ausente de las mesas por la veda, la segunda del año, por muda de caparazón, proceso en el cual la especie segrega oxalato de calcio, dañino para el organismo humano.

La prohibición de captura, comercio y transporte empezó el 15 de agosto y hoy, al final del día, termina la restricción.

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En la Caraguay, Máximo Mejía, capturador de cangrejos, observaba entretenido una partida de naipes que se desarrollaba en un mesón que seguramente mañana estará ocupado de crustáceo. Comentó que estaba listo para ir al manglar y sacar cangrejo con caparazón duro, prueba de que superó el proceso de muda. Él y colegas no especularon sobre cuál sería el costo del producto. (I)