La Contraloría General del Estado inició un examen especial a la Empresa Pública Yachay y otro a la Universidad. “Ellos se encargarán de determinar las responsabilidades”, dice Jorge Martínez, exalcalde de Ibarra, por Alianza PAIS, y, desde julio pasado, gerente general de Yachay EP. En entrevista con este Diario, explica que “el redimensionamiento” del proyecto inicial no solo contempla una disminución de las expectativas, sino un nuevo plan de inversiones.

En su mensaje al presidente Lenín Moreno usted habló de una inversión sobredimensionada en Yachay. ¿No se aplica eso todo del proyecto?

Lo que he señalado es que las nuevas condiciones del país obligan a redimensionar el proyecto original, que estaba dentro del plan maestro que elaboraron los coreanos (empresa IFEZ), que tenía 4 etapas y preveía $ 5.600 millones de inversión en 33 años. Es decir, lo que se requeriría para dar por construida la Ciudad del Conocimiento, con una perspectiva de 120.000 habitantes. Sin embargo, cuando se priorizó el proyecto en la Senplades se lo hizo por $ 1.041 millones.

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¿Y cuánto se ha invertido efectivamente?

Son $ 340 millones invertidos, de los cuales $ 240 millones corresponden a recursos fiscales y $ 100 millones al Eximbank chino. Además, la Ciudad del Conocimiento tiene aprobada una línea de crédito de $ 1.000 millones con China y podría seguir utilizando ese financiamiento.

¿Cuál es el alcance de replantear el proyecto?

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Significa, por ejemplo, que estaba previsto construir vialidad en cerca de 1.300 hectáreas (ha) y ahora se aterriza esa construcción en 240 ha. Es consolidar lo que está construido: el campus universitario, la infraestructura de Yachay Tech, la escuela del milenio, los institutos tecnológicos... Además, la idea es darle un sitio a la Zona Especial de Desarrollo Económico (ZEDE), porque cuando se concibió Yachay se lo hizo sobre una extensión de 4.200 ha, lo cual es inviable; ahora la ZEDE se concentrará en 125 ha.

¿Por qué no vinieron las empresas a la ZEDE?

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Porque la condición de ZEDE no se podía cumplir. Las exigencias de las autoridades, en este caso el Ministerio de la Producción, hacían que fuera inviable.

¿Hay mucho en lo que le tocará empezar de nuevo?

No creo que sea ‘de nuevo’, porque las ideas centrales ya están. Pero aquí nunca hubo un plan de acción adecuado.

Todos rescatan “la idea original”, pero ¿y los edificios abandonados, los sobreprecios...?

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Tiene que rectificarse. Yo he sido alcalde y cuando uno construye una ciudad, se urbaniza el terreno. ¡Es elemental! Se hace el movimiento de tierras, se construyen las vías, la infraestructura, se ponen el agua, el alcantarillado, las redes telefónicas y eléctricas... Luego de que se tienen las aceras y los bordillos se montan las casas o los edificios. Resulta que aquí se hizo todo al revés.

¿Cuánto se ha perdido?

Hay valores que, a mi juicio, son mayores que los de mercado. Pero eso le corresponde determinar a la Contraloría.

Usted dijo que las inversiones anunciadas en la administración anterior no existen.

Yo recibí un informe en el que se decía que había $ 55 millones de inversiones. Lo primero que hice fue verificar y resulta que me encontré con empresas que rentan las tierras para sembrar y con un rótulo de IBM en un edificio, donde solo estaban los muebles, los escritorios... Mirando todos los contratos no encuentro los $ 55 millones por ningún lado.

¿Y aquel anuncio de un convenio con Red Tech Niktesla, por $ 3.000 millones para una fábrica de autos eléctricos?

Eso no existe. Incluso hubo un desmentido de Tesla en el sentido de que nunca había patrocinado eso. Creo que esta es otra de esas ideas fantasiosas con las cuales se montaron cosas en Yachay.(I)