Un total de 25 personas, entre ellas 13 menores de edad, permanecen literalmente en la calle al perder sus viviendas en un incendio registrado la noche del sábado en el recinto Boca de Caña, del cantón Samborondón. Pero en medio de la pena, estas personas sentían esperanza por el ofrecimiento del Municipio de levantar para ellos nuevas viviendas.

Según el relato de los afectados, en menos de 15 minutos seis viviendas de caña y una de construcción mixta fueron consumidas por las llamas ante la mirada de los miembros de la familia García Moncada.

Ellos ayer desayunaron gracias a la solidaridad de sus vecinos que, con una olla en medio de la calle, servían uno a uno los vasos de colada y repartían los panes, mientras los afectados revisaban los escombros para intentar rescatar un cuaderno o una olla.

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“Todos somos familia, en mi casa vivía yo con mi esposo e hijos, y mi mamá vivía junto a mí; mi hermana y sus hijos vivían en la siguiente casita”, contó Victoria Ruiz, en cuya vivienda empezó el incendio que alarmó al sector y ha movilizado a autoridades locales.

Ella conversaba en la entrada de su casa con un familiar a las 22:00 cuando decidió revisar si sus hijos dormían bien.

“Al entrar vi las llamas a pocos metros de mis niños, los saqué rápidamente de casa mientras gritaba pidiendo ayuda”, dijo la mujer de 35 años que pasó la noche del domingo sobre colchones que fueron donados por la Secretaría de Riesgos.

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“Hemos perdido todo, al parecer fue un cortocircuito, solo alcanzamos a salir con lo que teníamos puesto, se quemó ropa, electrodomésticos, los uniformes y cuadernos de los niños”, dijo María García.

Ahí, hasta las 11:00 de ayer maquinaria municipal despejaba el sector de los escombros.

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Paúl Duarte, miembro de la Junta Parroquial, confirmó lo que indican las cuentas oficiales del Municipio, donde se confirma que la entidad asumirá la construcción de las casas.

“La condición es que saquen medidores de luz y no se conecten de forma irregular nunca más”, aseguró Duarte.

Prórrogas
Los menores que perdieron sus libros y uniformes estaban por iniciar exámenes. El Ministerio de Educación se acercó al lugar y solicitó a los establecimientos educativos prórrogas para los alumnos. (I)