“Los dreamers no son moneda de cambio para un muro fronterizo ni una inhumana fuerza de deportación. Punto”. Así se pronunció el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ante un plan de la Casa Blanca de regularizar a los jóvenes a cambio de un fortalecimiento de las medidas migratorias.

El presidente Donald Trump decidió acabar el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA en inglés) que beneficiaba a unos 800 jóvenes inmigrantes que ingresaron al país siendo niños. Entre otros beneficios les permite trabajar y evita la deportación.

Trump dijo que los dreamers (soñadores) no deberían preocuparse por su estatus migratorio durante los próximos seis meses, tiempo en el que el Congreso debe buscar una solución. No obstante, el futuro es incierto para los jóvenes.

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La condición de endurecer las medidas migratorias a cambio de regularizar a los jóvenes inmigrantes implicaría más recursos para la persecución de los indocumentados y, sobre todo, fondos para la construcción del muro con México, publicó elpais.com.

“No se puede hacer solo una cosa, se debe intentar una reforma general”, ha dicho la portavoz del Gobierno, Sarah Huckabee Sanders.

La polémica propuesta ha sido rechazada por los demócratas. También hay objeciones entre los republicanos, por lo que no se descarta un bloqueo al plan. (I)