Después del éxito que representó la puesta en escena de El amante en las tablas de El Prohibido, el colectivo de arte teatral Causaklapas rindió el pasado sábado un homenaje al pasillo ecuatoriano con la obra Pasillando me enamoré, informó el portal elmercurio.com.ec.

El trabajo escénico se presentó en el Teatro Sucre. Más de seis meses tomó a los actores preparar y afinar la obra. En su elenco estuvieron Eva Becerra, Mercedes Piedra, Lía Cabrera, Armando Washima, Román Morales, Fernando Garzón, todos adultos mayores, conjuntamente con Cristina Cortez, Daniela Rodríguez, Adriana Camb, Lucía Morocho.

Pasillando me enamoré no solo es música, también es danza. La música vino de la mano de Christian Tenorio e Isaías Ruiz, mientras que la danza fue tarea de los bailarines Érika Calva y Fernando Rodríguez.

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Obra

Eddy Castro y Adrián Cevallos, directores de la obra, mostraron una representación de ocho pasillos, los que según los directores son los más representativos y escuchados. Con la destreza de los actores, adultos y jóvenes, la producción se conforma con canto, baile, teatro y escenografía.

El pasillo es un poema musicalizado con textos influenciados por la poesía modernista. Su ritmo se deriva del vals europeo. Fue introducido desde Colombia y Venezuela con las guerras de independencia.

Tertulias sociales

Este es uno de los géneros de música de salón que deleitaban en las tertulias sociales en casas de familias aristocráticas. Era el pasillo el que acompañó y acompaña al hombre enamorado en sus serenatas en el cortejo y en la desilusión amorosa. Debido a la variedad que tratan sus letras constituye una expresión que es vivenciada y compartida por hombres y mujeres de varias generaciones.

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Oír pasillo, ver que este género se lleva al teatro y danza, esa es la característica de este trabajo. (I)