Moradores de la Octava y Brasil, en el suburbio de Guayaquil, despertaron ayer asombrados al ver un charco de sangre en una acera esquinera donde funciona una lubricadora.

Algunos vecinos se acercaban a una tienda para intentar averiguar qué había sucedido, mientras otros solo decían que un cuerpo había aparecido ahí. “Al parecer, lo vinieron a dejar aquí porque nadie escuchó pelea, robo o sicarios”, dijo Carlos Garzón, un morador.

Andrés C., quien labora en la lubricadora, sostuvo que cuando llegó a trabajar a las 08:00 solo vio a algunos policías en la esquina. La víctima era Carlos Xavier Chuquicusma Espinoza, de 36 años.

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Según el parte de ingreso al Departamento de Medicina Legal, Carlos Chuquicusma habría muerto desangrado por herida de arma de fuego.

Corina Solano, quien vive frente a la esquina del hallazgo, aseguró que ella tampoco escuchó disparos ni nada que la sobresalte en la madrugada.

“Cuando me desperté a las 06:00, me asomé a la ventana y vi el cuerpo que estaba ahí tirado ensangrentado”, dijo Solano. Ella agregó que nunca bajó de su casa, pero desde su ventana vio a los policías hacer su trabajo.

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“Llamé al ECU-911, vinieron, recogieron lo que pudieron pero era tan temprano que la gente aún dormía, a las 07:00 se llevaron al hombre”, señaló.

Según los moradores el fallecido no vivía en esa zona, nadie parece haberlo reconocido.

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A las 09:00 de ayer algunos vecinos recién se enteraban de la novedad en el sector. En la policía indagaban más del caso para determinar el posible móvil de esta muerte. (I)