América Latina a pesar de haber recibido durante años recetas de diferentes visiones económicas, continúa con elevados niveles de desigualdad en la distribución de ingresos, índices de pobreza, entre otros problemas que influyen en la baja calidad de vida.

Se han propuesto estrategias para incrementar el número de plazas y calidad de empleos. Una de estas alternativas es la identificación y potenciación de clústeres económicos a través de políticas públicas. Los clústeres, según el gurú en administración estadounidense Michael Porter, son un fenómeno económico, son asociaciones empresariales; varias empresas interconectadas se agrupan en un territorio con la finalidad de obtener ventajas competitivas debido a las economías externas y de escala. Los clústeres pueden llegar a constituirse en importantes polos de innovación y generar otras inversiones que beneficien zonas económicamente deprimidas.

Según reporte de ciudades competitivas presentado por el Banco Mundial y otras organizaciones internacionales para el desarrollo, las principales regiones o ciudades competitivas del mundo son aquellas que promueven un ambiente empresarial, que permite a empresas generar fuentes de empleo, aumentar la productividad. Identificar los clústeres económicos y potenciarlos mediante políticas públicas adecuadas, puede significar una gran estrategia para generar regiones competitivas en nuestro país. El plan nacional del Buen Vivir establece incentivos para impulsar los clústeres por inversión pública en infraestructura y servicios. El informe argumenta que el motor del crecimiento de la economía competitiva debe ser el sector privado. En Ecuador serían varios los clústeres que podrían ser potenciados, tenemos que definir los sectores económicos prioritarios entre estos el agroindustrial, en el cual nuestra nación tiene una amplia ventaja competitiva que puede ser aprovechada para formar un programa nacional que sintonizado con la minga agropecuaria anunciada por la Presidencia de la República, incida de manera positiva en el desarrollo de sectores rurales olvidados.(O)

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Guillermo Zambrano Mohauad,
23 años, economista, Guayaquil