Musulmanes en todo el mundo celebran desde el viernes pasado la fiesta del Eid al-Adha, mientras alrededor de dos millones de fieles participan en los últimos ritos del peregrinaje anual del haj en Arabia Saudí.

Cientos de miles de peregrinos se dirigieron hacia un enorme complejo de varios pisos en Mina al amanecer del viernes para colocar piedras en tres grandes columnas. Es ahí donde, según la tradición musulmana, el demonio intentó convencer a Abraham para que no se sometiese a los designios de Dios.

En los tres últimos días de la peregrinación, los fieles duermen en el valle de Mina para participar en la lapidación simbólica del demonio. Más de 2.400 personas fallecieron en ese lugar hace dos años por una estampida.

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Los últimos días del haj coinciden con el Eid al-Adha o Fiesta del Sacrificio, que conmemora la prueba de fe de Abraham. Durante el feriado, los musulmanes sacrifican corderos y entregan parte de la carne a los más pobres. (I)