El proceso de restauración de las actas de la fundación de Quito y el escudo de la capital fue mostrado el pasado viernes a representantes diplomáticos acreditados en Ecuador, durante una visita realizada al Palacio de La Circasiana, sede del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Para observar la restauración de esos documentos históricos estuvieron los embajadores de Uruguay, Lilian Silveira; y de Panamá, Alexis Rodríguez, y los representantes de las embajadas de la República China, Chile y Honduras. Fueron recibidos por la coordinadora técnica del INPC, Catalina Tello.

Esos documentos, otorgados a Quito por Carlos V, en 1541, son sometidos a procesos de investigación científica por parte del INPC en convenio con el Archivo Metropolitano de Historia. El trabajo permitirá determinar el estado de conservación y posterior preservación de estos bienes del Patrimonio Documental del Ecuador.

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El INPC, a través de la Unidad de Investigación Científica, realiza estudios de las actas de fundación de Quito, documento que contiene 400 páginas e incluye, entre otras cosas, las actas del Cabildo de la Villa de San Francisco de Quito, 1534-1535, consideradas joyas del Patrimonio Documental Nacional.

El objetivo de la investigación es caracterizar los materiales originales constitutivos y aquellos que han sido añadidos a lo largo del tiempo, con la finalidad de identificar los procesos y agentes de deterioro que pueden afectar a los dos documentos; además, permitirá establecer medidas de conservación y recomendar técnicas de restauración para que los documentos no sean afectados.

Los visitantes conocieron, además, el túnel que une al Palacio de La Circasiana con la edificación donde funciona el Archivo Metropolitano de Historia. El INPC reabrió este túnel que estuvo cerrado por años. Se trabaja en conjunto con la Fundación Museos de la Ciudad para recuperar la memoria histórica de la ciudad.

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La Circasiana

En La Circasiana vivió el hijo único de la familia Jijón Caamaño, Jacinto, historiador, arqueólogo y político, quien obtuvo por parte de España el título de “conde”, por lo que hasta hoy se le conoce a la residencia como “La casa del conde Jijón”.

Esta fue la primera mansión construida en Quito y es un ejemplo de la majestuosidad arquitectónica que conserva la ciudad, declarada por la Unesco en 1978 como Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad.

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Es una edificación que responde al modelo topológico de las villas europeas, especialmente de aquellas construidas en la campiña italiana durante el Renacimiento. Se trata de una réplica aproximada de dichas mansiones, con un estilo neorrenacentista.

El INPC abre las puertas al público para que conozca La Circasiana, bien inmueble patrimonial que guarda parte de la historia de Quito, que el próximo 8 de septiembre cumple 39 años como Patrimonio Cultural de la Humanidad. (I)

Más datos
Sobre residencia

Hacendado
Manuel Antonio Jijón Larrea (1860-1908), hacendado y empresario quiteño, inició la construcción de este palacio. Este representante de la aristocracia quiteña encargó la obra (1904) al arquitecto Francisco Schmidt.

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Zona residencial
El palacio se levantó en la avenida Colón, que desde fines del siglo XIX fue una importante zona residencial de familias acomodadas de Quito.