Escucho a amigos, y a personas en las calles, que se quejan de muchas cosas, por ejemplo: del clima, si está muy frío, si hace mucho calor, que el sol está muy fuerte; si el tráfico es pesado;s i hay que esperar mucho en fila del banco, del supermercado; porque tienen demasiado trabajo; si sus jefes son amargados; reniegan por no tener suficiente dinero para comprar el último modelo de celular o no poder ir a comer a los más caros y lujosos lugares; se quejan porque las calles están sucias; se quejan por todo.

Palabras negativas y cargadas de pesimismo, siempre. Pienso que uno elige cada día de qué lado de la vida quiere estar, si del lado de los problemas o de las soluciones.

¡Si tenemos la oportunidad de despertamos y vivir un día más, aprovechémoslo! Si no nos gustan las calles sucias, empecemos haciendo lo correcto y no botemos nada a la calle. Si no queremos lidiar el estar atascados en el tráfico lento, salgamos más temprano, cojamos un taxi o si es posible empecemos a movilizarnos en bicicleta, nos ayuda a la salud y ayudamos al medioambiente. ¡No reneguemos por nuestro “demasiado trabajo”, agradezcamos que tenemos uno!

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Si a nuestra mente llegan pensamientos de tristeza por carecer de algo, recordemos siempre que tenemos vida, vivámosla con toda energía, sea como sea tenemos que valorar lo nuestro. Aprendamos a sentirnos ricos porque lo somos por nuestras familias, por nuestros amigos. Tenemos todo para crear nosotros mismos oportunidades: ayudar, perseguir nuestros sueños, hacer lo que amamos... En Twitter leí la frase: “Puedes vivir la vida de dos formas, lamentándote por todo lo que la vida no te dio o disfrutando de lo que sí tienes. ¡Tú eliges!”.(O)

Melissa Guerrero Pérez,
26 años, licenciada en Periodismo; Guayaquil