Los meses de trabajo construyendo casas en Manabí y Esmeraldas para los damnificados del terremoto del 2016 fueron compilados en un libro, de autoría de Luis Távara, director social de Fundación Hogar de Cristo.

La presentación de la obra se efectuó en el colegio Javier, de donde 50 alumnos participaron del levantamiento de casas de caña en zonas rurales de las dos provincias, las más asoladas por el movimiento telúrico de magnitud 7,8 en la escala de Richter, que dejó casi 700 muertos.

El llanto de felicidad de madres en el sitio Cañitas, de la parroquia Charapotó (Sucre), es un recuerdo que el estudiante Emilio Matamoros dijo que llevará toda su vida y que estimó que ello sucederá también con los compañeros con quienes los fines de semana viajó para ofrecer su mano solidaria. Ellos y otros 360 voluntarios registrados por Hogar de Cristo.

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El libro Pedernales 16A, que aún no está a la venta, pero cuyo enlace para visualizar el contenido constará en www.hogardecristo.org.ec, compila fotografías de la devastación, pero también del armado de casas, con testimonios de damnificados remarcando que se iban a levantar de los escombros.

El autor Távara habló ayer de que encontraron pobreza, exclusión social y dejadez, pero que vieron erigirse a un gigante llamado solidaridad, con manabitas prestos a colaborar, a ofrecer un plato de comida al prójimo de manera desinteresada.

Fabricio Zambrano, funcionario municipal de San Vicente, agradeció la mano que les ofreció Hogar de Cristo. (I)