El hallazgo inusual de una reliquia antigua y documento histórico, a la vez, tiene asombrados a arqueólogos israelíes.

Un mosaico de aproximadamente 1.500 años de antigüedad con una inscripción escrita en griego fue descubierto durante obras para instalar cables de comunicación en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

La declaración cita al emperador romano del siglo VI Justiniano, así como al sacerdote Constantino, quien sirvió como abad de una iglesia fundada por el primero en Jerusalén.

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La inscripción dice: “En tiempos de nuestro más piadoso emperador Flavio Justiniano y el sacerdote y abad que más ama a Dios, Constantino, levantaron este edificio en la decimocuarta indicción”.

La indicción es un antiguo mecanismo de contar años que era usado con propósitos impositivos.

Los arqueólogos dijeron que la inscripción sugiere que el mosaico se remonta a los años 550/551 después de Cristo.

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Justiniano fue uno de los gobernantes más importantes de la época bizantina. En el 543 d. C. estableció la Nueva Iglesia de la Madre de Dios (o Iglesia Nea) en Jerusalén, una de las iglesias cristianas más grandes en el Imperio Romano y la mayor en Jerusalén en esos tiempos. Consantino fue el abad.

Los investigadores creen que el edificio del que el mosaico formaba parte, ubicado cerca de la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja, era utilizado como un alojamiento para peregrinos.

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David Gellman, director de la excavación para la Autoridad de Antigüedades de Israel, señaló que el hecho de que la inscripción sobreviviera es un milagro arqueológico.

“En el periodo bizantino se construyeron iglesias, monasterios y albergues para peregrinos en la zona norte de la Puerta, que se convirtió en una de las áreas más importantes y activas de la ciudad”, comentó.

El mosaico fue descubierto hace varias semanas, pero recién ayer lo divulgaron a la prensa. Expertos en conservación lo removieron para su tratamiento. (I)