En más de 40 instituciones al igual que en 18 comunidades de las parroquias Riochico y Crucita se efectuó ayer el simulacro de terremoto y tsunami, cuyo objetivo apunta a mantener operativos los planes de emergencia y que las personas reconozcan rutas de evacuación y de encuentro.

Dalton Andrade, director de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de Portoviejo, señaló que estas actividades dan oportunidades a que se mantengan las estrategias sobre qué hacer en caso de presentarse un evento adverso.

Ayer, por ejemplo, la actividad inició muy temprano en el Paseo Shopping, donde los empleados acataron las disposiciones y participaron de auxilios a los heridos.

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Las conclusiones iban a apuntar en el sentido de mejorar las tácticas de evacuación.

En el simulacro también participaron delegados de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), quienes apoyan a Portoviejo dentro de un proyecto de declaración de esta y otras dos ciudades como seguras y resilientes contra terremotos y tsunamis.

Satoru Tsukamoto, uno de los delegados de JICA, indicó que participan de esta iniciativa para conocer las respuestas de los portovejenses.

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En julio, Aiko Yamashita, representante en Ecuador de JICA, anunció que por este proyecto se invertirán 5 millones de dólares. (I)