Para el sábado 23 de septiembre en el monumento de la Primera Imprenta del cerro Santa Elena, parroquia San Bartolomé de Pinllo, desde las 09:00 comenzará la celebración del Kuya Raymi o Fiesta de la Época de la Siembra, en donde se coronará como Inti Ñustas (Reinas del Sol) a las damas solteras mayores de quince años que hasta el 31 de agosto se inscriban para este festejo.

Vicente Chato, encargado de la organización de la celebración, manifestó que septiembre es dedicado a la luna, la tierra, las semillas, pero de manera muy especial y particular a las mujeres que, por esa razón, en el marco de la interculturalidad y plurinacionalidad tienen interés de recuperar las fiestas de los pueblos milenarios.

Comunicó que por esa razón para el programa al igual que lo hizo el año anterior está apoyando el Municipio de Ambato y que ahora se ha unido la Casa de la Cultura núcleo de Tungurahua, en coordinación con la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Tungurahua que conforman siete comunidades.

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Comentó que septiembre es el mes dedicado a las mujeres porque es la época de la siembra, que por esa razón tiene mucha relación con la pachamama (Madre Tierra), a quien se le agradece en este tiempo para que las semillas puedan germinar y dar frutos.

Informó que desde las 09:30 del 23 de septiembre se realizará un recorrido desde el parque Central de Pinllo hasta el monumento de la Primera Imprenta, luego será el ritual de la celebración, coronación de las Inti Ñustas y terminará con la pambamesa.

Chato aseguró que dando continuidad a lo que se hizo el año anterior, en este también se podrán inscribir tanto las mujeres de los pueblos indígenas como de las zonas mestizas, porque el deseo es hablar de la instauración de un Estado intercultural y plurinacional.

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Angélica Chango, del pueblo Chibuleo, es una de las inscritas para la coronación de las Inti Ñustas en la celebración del Kuya Raymi, aseguró que decidió participar porque así apoya al rescate de la cultura de los pueblos milenarios, porque afirmó que muchas personas de las comunidades poco a poco se olvidan de la vestimenta, el idioma originario, que es el quichua, así como de las celebraciones ancestrales. (I)