Con presentaciones artísticas de cinco colegios y grupos culturales se vivió la quinta edición del festival Tsenka, que fue organizado por el ballet folclórico Pacha Samy. Fue la primera ocasión que se realiza el acto en un espacio público, con el fin de acercar la cultura a los barrios de Santo Domingo.

El festival Tsenka, que es una palabra en tsáfiki que significa alba, contó con cinco colegios que se inscribieron para participar en dos categorías: canción nacional y danza.

El plantel Inti Raymi ganó el primer lugar en canción nacional, mientras que Fe y Alegría lo hizo en danza con un número que representó una mezcla del baile del pueblo afro y de otras nacionalidades del país.

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Ángel Jumbo, director del ballet, indicó que en esta edición del festival se buscó incluir a las unidades educativas y presentarlo en un espacio público. Por eso se hizo en el parque Intergeneracional Bombolí.

“Este festival quiere ser un referente para la juventud, por ello invitamos a los colegios para que los jóvenes se identifiquen con la cultura que tenemos en el país”, dijo Jumbo.

En el acto también se dio paso a la entrega de reconocimientos a artistas y grupos culturales locales y nacionales. Uno de los galardonados fue el grupo de música folclórica Reencuentro, conformado por seis músicos que tocan instrumentos andinos y entre los artistas reconocidos se encontraban Lucho Pancho, músico local que tiene canciones sobre Santo Domingo y sobre la nacionalidad Tsáchila.

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El ballet folclórico Pacha Samy se presentó con dos obras: Paisaje andino y Celeste. La primera fue una danza que representa la alegría andina de los pueblos de la Sierra. Los danzantes vestían zamarros –piezas de piel de llama que se coloca en los pantalones–, mientras que las mujeres, chumbillinas y blusas bordadas.

La obra Celeste representa la belleza de la mujer andina y su relación con la naturaleza, según el director del ballet.

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“Con mi experiencia en ballet he logrado saber sobre los significados de la danza para los pueblos indígenas”, contó Cristian Taipe, balletista.

Xiomara Jiménez, del barrio Los Rosales, era una de las espectadoras que aprendió más sobre las culturas locales. “Es bonito que se utilicen los parques para estos fines”, dijo.(I)