Israel está construyendo una barrera subterránea en el límite de la Franja de Gaza, en un ambicioso proyecto que pretende detener la amenaza de los túneles para atacar construidos por el grupo miliciano Hamas.

Equipos con grúas trabajaban para abrir agujeros e instalar sensores y otros equipos para la estructura, que se espera se extienda a lo largo de los 60 kilómetros (40 millas) de línea divisoria cuando se haya completado.

Gadi Yarkoni, director del consejo regional Eshkol, dijo que el proyecto es un motivo crucial en el resurgimiento de la zona, que está creciendo y atrayendo a familias jóvenes después de una devastadora guerra con Hamas hace tres años.

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“Creo que construir la barrera es lo correcto, construirla para detener y dar respuesta a la cuestión de los túneles y a la cuestión de las poblaciones en la zona”, dijo. “El auge del desarrollo en esta zona es increíble”.

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Durante la guerra de 2014, milicianos de Hamas llegaron en varias ocasiones a territorio israelí a través de una red de túneles que tomó por sorpresa a Israel. Aunque no lograron alcanzar zonas civiles, las incursiones aterrorizaron a la población. Israel destruyó 32 túneles durante ese conflicto y desde entonces ha priorizado la destrucción de la amenaza que suponen estos túneles.

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Las autoridades israelíes han dado poca información sobre el nuevo proyecto o cuánto se ha completado. En una zona en obras, un cartel indicaba “zona militar - no pasar” y periodistas de Associated Press no pudieron acercarse al lugar donde trabajaban grúas y topadoras.

Barrera con sensores

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El mayor general Eyal Zamir, responsable del Comando Sur israelí, que es responsable de Gaza, dijo a la prensa la semana pasada que completar el proyecto llevaría unos dos años.

La barrera se extenderá varios metros (yardas) sobre la superficie y bajo tierra y estará equipada con sensores sofisticados. Se está construyendo en su totalidad en el lado israelí de la línea divisoria para evitar fricciones con Hamas.

Atai Shelach, un coronel retirado y excomandante de la unidad militar israelí Yahalom, encargada de desmantelar los túneles de los milicianos, dijo que la nueva barrera cambiará la situación, pero no resolverá el problema por sí mismo.

“Forma parte de un cóctel, o una combinación de muchas otras soluciones”, explicó. Neutralizar la amenaza de los túneles también requiere buenas decisiones operativas y de inteligencia. De lo contrario, los milicianos terminarán hallando la forma de atravesarla.

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“Esa barrera puede evitar la guerra”, dijo, porque puede ser más difícil para Hamas y otros grupos milicianos “crear sorpresas” que atemoricen a los residentes en Israel.

Alto al fuego

Aunque Hamas ha respetado en gran parte el alto el fuego que puso fin a la guerra de 2014, se cree que está construyendo nuevos túneles y rearmándose en preparación para futuros conflictos.

“Todas las medidas de la ocupación en la frontera no les darán seguridad”, dijo Hazem Qasem, portavoz del grupo. “Mientras ocupen la tierra palestina y asedien a nuestra gente en la Franja de Gaza, la resistencia seguirá poseyendo todos los medios de fuerza que le permitan defender a la gente contra la agresión israelí”, dijo.

Los residentes israelíes expresaron opiniones dispares sobre la nueva estructura. Miriam Diener, residente del Kibbutz Nirim, una cooperativa agrícola cerca de la frontera, dijo que Israel debe buscar la paz con sus vecinos y no solo construir nuevas barreras.

“Ninguna cerca resolverá los problemas”, dijo. “Solo la paz traerá la posibilidad de una buena economía, buena educación, buenos hospitales, buena salud. Eso es lo que se necesita”.

Pero Shimon Avraham, otro vecino del kibbutz, dijo que el proyecto dará tranquilidad a la gente tras la aterradora experiencia de los ataques desde túneles. “Ahora las cosas parecen más tranquilas”, agregó. (I)