Wilson Vega usa solo los baños de la segunda planta de su vivienda en la ciudadela Veranda, ya que el alto nivel de aguas servidas no se lo permite en la planta baja. Es imposible por el taponamiento de los ductos por el casi colapso del sistema de aguas servidas.

“Usted hala la válvula y no se va el desperdicio porque está taponado, del piso de arriba lo hago porque en la tubería aún hay espacio...”, narra Vega junto a otros residentes preocupados por la situación emergente.

En medio de un ambiente nauseabundo se observan alcantarillas casi rebosadas, un problema con el que conviven 500 hogares integrados por unas 2 mil personas que residen en la urbanización Veranda, ubicada en la autopista Narcisa de Jesús. Moradores del conjunto residencial construido por la desaparecida Terrabienes piden agilidad en la expropiación de un terreno donde se bombeaban las aguas servidas de la urbanización.

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Hace unos ocho meses en un terreno ubicado junto a la garita de la urbanización funcionaban las canastillas de bombeo de aguas servidas y el centro de acopio de basura. El Cabildo en un anuncio publicado en este Diario informó que ese terreno se expropiaría, aunque hasta ahora ven soluciones concretas, señalan vecinos.

Durante este tiempo ese terreno cuenta con un propietario que lo compró tras la quiebra de Terrabienes. Y desde hace cuatro meses las alcantarillas llegan al punto de casi rebosar, ya que los vecinos no pueden acceder al uso del predio.

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“Estamos en una emergencia sanitaria, se está yendo en contra de nuestros derechos constitucionales porque se está afectando el buen vivir de toda la comunidad”, cita preocupada Jeanette Martínez, presidenta de la Asociación de Propietarios de Veranda, quien cada semana recibe unas 20 quejas de los vecinos por este asunto.

Como ayuda paliativa, dos veces a la semana Interagua colabora con sus hidrocleaner para reducir los niveles de aguas servidas en las alcantarillas.

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A tres cuadras del terreno de bombeo de aguas servidas, Jorge Layana, al igual que otros vecinos, cada noche deben cerrar las ventanas de su vivienda por los malos olores percibidos, ya que no tienen acceso al terreno para dar mantenimiento.

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Los vecinos suman más quejas. Robert Vélez al igual que Fabricio Valdez notan la proliferación de cucarachas y roedores. Por la corriente de viento que arrastra bacterias del terreno, los dos hijos de Valdez presentan dermatitis aguda.

Exhortan por soluciones ante el temor de peores consecuencias sanitarias, más aún con la pronta llegada de la época de lluvias. (I)

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500
Familias de urbanización sufren las consecuencias de no poder usar el sistema de bombeo de aguas servidas.

Apuntes
Terreno

Basura
En el terreno también funcionaba el centro de acopio de basura. Hoy pagan $ 600 a un camión que lleva la basura de sus vecinos a un centro de acopio en Mucho Lote, se indicó.