El fin de semana llega y las reinas del hogar hacen ‘huelga de ollas’, dijo bromeando Marisol Chalá, mientras degustaba de un encebollado junto a su familia en el local Angelito 2, en la 11 y Francisco de Marcos.

Como ella, las amas de casa y mujeres que trabajan se encargan de los quehaceres domésticos, de cocinar, de hacer controles de tareas a los niños, entre otras labores, de lunes a viernes, por lo que los últimos dos días de la semana son para salir a comer afuera. Es una tradición de las familias y las opciones gastronómicas son variadas para encontrar un desayuno acorde al presupuesto.

Hay caldo de salchicha, bolones, tigrillos, bollo de pescado, cebiches, guatita, bandera, entre otras delicias, en los diferentes sectores de la ciudad.

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El encebollado es una rica y nutritiva opción, coincidió Chalá, acompañada de su esposo, Antonio Ramírez, su hija y cuatro nietos. En otra mesa cercana estaba la familia Ochoa Jiménez, visitantes de Machala (El Oro) que llegaron a disfrutar del feriado en Guayaquil y no podían irse sin probar el plato estrella de la ciudad.

Ricardo Campos, su esposa, Claudia Vélez, y sus dos pequeñas, residentes del sector de La Aurora, eligieron su restaurante preferido, D’ Danilo Picantería, para degustar de cazuela y una bandera. Tienen más de 15 años comiendo ahí, la mayoría de fines de semana. “Es tradición salir los fines de semana a comer fuera para que la reina no cocine”, expresó Campos, quien degustó una bandera.

En ese local se vende a diario más de 500 platos los fines semana, esto es el doble de los días entre semana, según Jairo Antepara, administrador del restaurante.

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Si se antojan de bolón y tigrillo, El Rey del Tigrillo tiene un menú variado. Por eso acudieron ahí Rodolfo Miranda y su esposa, Tatiana Pérez, quienes llegaron de Riobamba para pasear en este feriado. Como Miranda es guayaquileño, él conocía el lugar y sabía dónde encontrar un “buen tigrillo”, sostuvo. Ahí el movimiento es de 07:00 a 12:00, unas 300 personas al día disfrutan de estos platos costeños, según el propietario, Carlos González. (I)

Los fines de semana no cocino, ya ellos (familia) saben que deben sacarme a comer afuera, ya mucho hacemos las mujeres en la casa, deben consentirnos los fines de semana”.Marisol Chalá, Del suburbio